Causa euforia. Justin Timberlake firmó autógrafos antes de desfilar por la alfombra roja.
El cantante y actor Justin Timberlake provocó ayer la locura adolescente a su llegada a la alfombra roja de Cannes, por donde desfiló como parte del equipo de la película Inside Llewyn Davis, de los hermanos Coen.
Cientos de jovencitas esperaban desde hacía horas a Timberlake, algunas de ellas con el nombre del cantante escrito en el pecho.
Gritos para conseguir un autógrafo de su ídolo, que dedicó un buen rato a firmar autógrafos antes de empezar a desfilar por la alfombra roja con el resto de sus compañeros de la película.
Entre ellos, Carey Mulligan, con un original vestido de falda blanca vaporosa y cuerpo negro de estructura geométrica, con un profundo escote frontal. Con el pelo recogido en un complicado moño -el peinado de moda este año en Cannes- y apenas maquillada, la actriz también recibió los aplausos de los fans.
Los hermanos Joel y Ethan Coen encabezaban el paseo del equipo, en el que también estaban su protagonista, Oscar Isaac, así como John Goodman y Garret Hedlund, cuya novia, la también actriz Kirsten Dunst llegó en el último momento acompañada de Jessica Biel, mujer de Timberlake.
Mucho antes habían llegado todos los miembros del jurado de la competición oficial de Cannes.
El presidente del jurado, Steven Spielberg, estaba acompañado de su mujer, Kate Capshaw, de negro, y Nicole Kidman, con un ajustado vestido azul eléctrico con escote palabra de honor, junto a su esposo, el cantante Keith Urban.
También asistieron a la proyección del filme de los Coen la actriz Jane Fonda, de violeta y escote barco, Nadine Labaki, de azulón, o el director francés Michel Hazanavicius.
Aunque el colorido lo pusieron hoy el grupo de actores y actrices indias, vestidas ellas con espectaculares saris de todos los colores, y que participaron en un homenaje al cine indio, que este año cumple cien años.
Entre ellos, Anil Kapoor o la ex Miss Mundo Aishwarya Rai.
Van Warmerdam presenta su película en Cannes
"Intento no darle un significado (a mis películas) y así cada uno puede darle el suyo". Ese fue el lema expresado por el director holandés Alex Van Warmerdam, que lo cumple al pie de la letra en Borgman, la cinta con la que compite en Cannes, una historia atractiva e imposible de entender.
Tres hombres huyen de escondites subterráneos construidos en un bosque porque les persiguen otros tres hombres para matarles, entre ellos un sacerdote.
Ese es el impactante comienzo de Borgman, una historia que el realizador comenzó a escribir por algo que leyó sobre el Marqués de Sade. "Tu mente es mucho más grande de lo que piensas", era la frase que perseguía a Van Warmerdam.