Tokio Blues, un drama con todos los sentidos…
Hace sólo dos días que terminé de leerlo, y… no he definido a qué grado me gustó. Sé que me gustó, pero en un modo muy particular. Porque particular es el escenario que presenta el escritor japonés Haruki Murakami y particulares son los personajes. Lo que tengo muy claro es, que Tokio Blues, hace sentir la empatía a todos quienes vivimos solos, quienes vivimos alejados de familia y amigos experimentamos una rutina individualista y sin ataduras. Describe esa soledad placentera que después se convierte en soledad dolorosa y que al final ese individualismo no es más que la búsqueda personal de encontrar la compañía perfecta, porque la búsqueda introspectiva ya es una cuestión dominada, ésa, ya la hemos encontrado hace tiempo…
Y ¿cómo es el escenario en que Murakami sitió a Toru Watanabe, el personaje principal? Es Tokio, durante la década de los ochentas. Lo que distingue a Murakami, es su capacidad de puntualizar cosas que estimulan los sentidos del lector, tales como la comida, la música y más literatura. Éste libro se convierte en un mar de referencias para experimentar a través del gusto, el oído y el alma. Por tanto el mejor modo en que pude hacer un resumen de este libro sin siquiera tocar la historia es, plasmar las frases, los platillos que comen los personajes y la música que inunda Tokio Blues. Además claro está, de más autores que terminan de dar carácter a Watanabe, pues a través de sus gustos se le puede definir aún más.
Música
Tal como lo anuncia el subtítulo del libro: “Norwegian Wood”, el trama de Watanabe está rodeado de música de los Beatles, haciendo mención específica de canciones como:
Lemon tree, Nowhere man, Julia, Michelle, Here comes the sun, Fool of the hill, And I love her, Hey Jude, Nowhere man, Eleonor Rigby y obviamente, Norwegian Wood, canción favorita del amor de Watanabe.
Música clásica instrumental: Pavane for a dead princess de Ravel, varias Fugas de Bach y Brahms.
De Burt Bacharach: Close to you, Raindrops keep falling on my head, Walk on by, Wedding bell blues.
Además de hacer mención de Roges and Hart, Gershwin, Bob Dylan, Ray Charles, Carole King, los Beach Boys, Stevie Wonder y Ue o Muite Arukoo, Blue Velvet y Green Fields.
Las frases
-“Estaba en una edad en que, mirara lo que mirase, sintiera lo que sintiese, pensara lo que pensase, al final, como un bumerán, todo volvía al mismo punto de partida: yo”.
-“Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito”.
-“Quizás aún no te comprenda -afirmé-. No soy muy inteligente y me cuesta entender las cosas. Pero, con un poco de tiempo, llegaré a entenderte. Y no habrá nadie en el mundo que te comprenda mejor que yo”.
-“Si leyera lo mismo que los demás acabaría pensando como los demás”.
-“Un caballero es quien hace, no lo que quiere, sino lo que debe hacer”.
-“Las personas, al morirnos, dejamos atrás unos pequeños y extraños recuerdos”.
Comida
Mochi: torta de arroz
Zoni : caldo con torta de arroz, ambos típicos platos de año nuevo.
Bento: almuerzo servido en una caja
Nimono: plato típico japonés que suele constar de verduras, pescado o carne cocida.
Onigri: bolas de arroz rellenas de diferentes alimentos, como por ejemplo umeboshi (ciruelas secas encurtidas en sal), sake (salmón), envueltas en nori, un tipo de alga marina seca.
Norimaki: arroz enrollado en alga marina
Literatura
John Updike, “El Centauro”
Scott Fitzgerald, “El gran Gatsby”
Joseph Conrad “Lord Jim”
Thomas Mann, “La montaña mágica”
J.D. Salinger, “El guardian entre el centeno”
Faulkner, “Luz de agosto”
Hermann Hesse, “Bajo las ruedas”
Otros autores: Raymond Chandler, Truman Capote, Eurípides y Sófocles.
Otros conceptos que aprendí sobre la cultura japonesa:
* Manzai- dialogo cómico teatral
* Shinkansen- es el nombre del tren bala japonés
* Sensei- el tratamiento para profesores y doctores es el mismo.
En conclusión: no veo a los asiáticos igual, los percibo más intensos y dramáticos gracias a Haruki. Una novela que proyecta la cultura japonesa en el día a día. Una historia que no contiene hechos extraordinarios o que repercutan grandemente en el transcurso de la humanidad, sólo en la vida de Watanabe, por ello para algunos es un libro un tanto soso, ¿y qué?, ¿acaso no es así nuestra vida cotidiana?, ¿tratar de definir cada uno su camino? El final… un poco abierto pero nada que unos norimaki, sake y los Beatles no puedan ayudarte a imaginar para la vida de Toru.
Obviamente no lo resistí, y armé el “soundtrack” del libro, termina de dar la vibra exacta para acompañar a Watanabe.
Youtube: Tokio Blues de Cyn Espino
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