Estudiantes y maestros de la Facultad de Turismo de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), ubicada en este puerto, tomaron de manera indefinida las instalaciones para exigir al recién nombrado rector, Javier Saldaña Almazán, intervenga en algunos conflictos internos, como el de la presunta modificación al plan de estudios.
En conferencia de prensa, señalaron que el director del plantel, Armando de la Paz Jaramillo, trazó un programa de materias sin tomar en cuenta al cuerpo académico.
Además explicaron que la dirección de la unidad pretende cambiar el nombre de Licenciatura en Turismo a Licenciatura en Gestión Turística, por lo que el turismo dejaría ser el objeto de estudio de la carrera.
Por la mañana, alrededor de 50 personas, entre estudiantes, catedráticos y trabajadores sindicalizados, "tomaron" las instalaciones de forma indefinida y manifestaron que no la liberarán hasta que no intervenga de manera directa el nuevo rector, quien tiene algunos días de haber tomado protesta.
Los inconformes se apoderaron de las instalaciones para que el nuevo rector asuma su compromiso de campaña e intervenga para modificar el plan de estudios de acuerdo a las nuevas tendencias del turismo mundial y exigencias del sector en la actualidad.
Insistieron en que De la Paz Jaramillo no fue sometido a un proceso de evaluación interna para su validez, confiabilidad y factibilidad para su aplicación, además de que los profesores no recibieron la actualización requerida para la implementación del nuevo modelo curricular.
En la conferencia de prensa el profesor Benjamín Sandoval Melo señaló que las peticiones de los catedráticos son: la suspensión del programa de gestión turística, auditorias administrativas y laborales para detectar a maestros incumplidos, auditorías financieras, revisión de directivos que no cumplen con la ley orgánica de la UAG, y la renuncia del director.
Por su parte, el catedrático Hernando Avilés Pineda subrayó que debido a las irregularidades de la escuela de turismo, en febrero de este año perdió la certificación de escuela de calidad, entregada al plantel por órganos internacionales en mayo de 2010.
Debido a la suspensión 950 alumnos se quedaron sin clases.
Los inconformes señalaron que no van a liberar las instalaciones hasta que el rector Javier Saldaña Almazán resuelva todas sus peticiones que recogió en su campaña por la rectoría de la máxima casa de estudios guerrerense.