DE vez en cuando surgen peloteros que llevan la etiqueta de "no puede fallar", de "futuro gran estrella", pero llegar a esas alturas no es nada fácil aun para los jugadores con tantas facultades y fuerza. Muchos de esos futuros estrellas se quedan en el camino, como Joe Pepitone que lo anunciaron como un posible nuevo Mickey Mantle. Pepitone tuvo una muy buena carrera pero en su libro que escribió dijo que él tenía sus limitaciones y él no tiene la culpa que lo hayan puesto por las nubes antes de tiempo.
Los Diablos Rojos tienen desde hace rato uno de estos jugadores que si bien ha tenido sus buenas temporadas no alcanza la meta que se le trazó desde que se hizo profesional con los Petroleros de Minatitlán. Japhet Amador es tan alto y fuerte que nos hace recordar al inolvidable José "Pasitos" Echeverría que tuvo sus grandes años con los Tigres en la década de los sesentas. Por su gran fuerza interesó primero a los Medias Rojas de Boston y luego a los Mets de Nueva York, pero descubrieron entre otras cosas, que es propenso a lesiones.
Japhet Amador está de regreso para otra primavera y verano con los Diablos Rojos y con un parque ideal para los bateadores de fuerza como él. En invierno da sus jonrones en Guasave y también ha tenido buenas campañas, pero no de las que se esperan de él.
Hace unos años se pensaba que había dado el gran estirón al batear sobre los .400 de porcentaje ya cerca del final de la campaña y cuando estaba a punto de convertirse en el primer campeón bateador mexicano en la historia de los Diablos vino un slump en las últimas series y perdió la corona.
Más que los .400 de average, los Diablos quisieran que Amador aumentara su producción de jonrones para de esa manera alcanzar el lugar que tiene reservado entre los grandes estrellas de la Liga.
En esta época en que hay tantos instructores de bateo ya me imagino lo mucho que han trabajado con él los maestros de la ofensiva. En los años sesenta los Tigres, todavía en la capital y sin soñar en tomar carretera tuvieron a instructores tan famosos como Ted Williams, el mejor bateador de su tiempo, y a Paul Waner, que también es de los inmortales de Coopertown.
Pero los jugadores son como los alumnos de escuela, unos quieren y pueden aprender, otros no ponen el interés completo.
Veremos si 2013 trae para Japhet Amador la gran temporada jonronera que se espera de él en un Foro Sol donde se supone que son los pitchers los que sufren en cada llegada a la lomita. Con unos 30 jonrones de Japhet nos conformamos.
