TRES personajes del deporte, dos del beisbol, fueron la parte importante de la inauguración breve pero espectacular por parte de los Diablos Rojos ante un hermoso lleno de 25,853 aficionados en el Foro Sol y con un clima inmejorable. Para comenzar nos sorprendieron gratamente con la presentación de la formidable arquera mexicana Aída Román, que cautivó el corazón de los mexicanos en la última olimpiada y quien terminó llevándose una explosiva ovación al acertar pronto en la meta que le habían puesto en el blanco. Su presencia fue un toque de clase.
Después tuvimos la emotiva ceremonia en que los Diablos despidieron, con los honores que mucho merecía, al "Borrego" Sandoval y un genio defensivo que nos regaló cientos de grandes jugadas en su posición del mejor shortstop mexicano que hemos visto en nuestro circuito. El "Borrego" estuvo acompañado de su esposa y dos hijos, no pudo contener las lágrimas en este momento tan emotivo y al que ningún pelotero desea llegar. ¡Es tan hermoso estar sano y ser un gran jugador de beisbol!
Don Alfredo Harp y su hijo Santiago encabezaron la comitiva de los Diablos al momento que se hizo el anuncio de la develación del número tres en la barda lejana y al lado de otros inmortales del gran equipo con 73 años en la Liga Mexicana.
Los aplausos y las porras al "Borrego" de su público escarlata acompañaron este momento que es uno de los que el aficionado y el jugador nunca olvidan. Hace cinco años hizo su retirada también en una jornada inaugural el gran jardinero central Daniel Fernández de los mismos Diablos.
Como fin de fiesta en esta inauguración con mucha clase se presentó al que fuera por tantos años gran estrella de Ligas Mayores con los Padres de San Diego, el cerrador Trevor Hoffman (601 juegos salvados), quien lanzó con mucho entusiasmo el primer lanzamiento que arrancaba la temporada en el majestuoso Foro.
Ya en el juego los Diablos ciertamente necesitaron de un cerrador al estilo de Trevor, ya que los relevistas no pudieron mantener la ventaja y los Tigres ganaron por paliza de 19-9 para que la serie inaugural quedara empatada a un triunfo por bando.
El que el ampayer principal dejara de cantar varios lanzamientos que parecían strikes hizo del juego uno demasiado largo y duró hasta cuatro horas con 32 minutos. Urge hacer algo al respecto los Diablos ganaban 6-4 en la quinta entrada cuando hizo su aparición el maleficio del Foro Sol sobre los pitchers escarlatas.