EL jueves en Reynosa los Tigres, que habían dado palizas de 12-2 y 11-1 en los dos primeros juegos de la serie, ganaban 7-0 en la cuarta entrada y el equipo del Broncos lucía con una zona devastada por una tromba después de lo que le ha sucedido en los últimos días. Los Broncos tuvieron problemas para pagar a tiempo la última quincena y había desesperación entre sus jugadores pero finalmente resolvieron el problema económico, ya no le deben nada a nadie.
Sin embargo, durante esos días difíciles el manager Mario Mendoza fue removido de su puesto a pesar de tener al equipo en el primer lugar de la Zona Norte por supuestamente no apoyar a la directiva en esos momentos difíciles, siendo reemplazado por Homar Rojas. No es primera vez que un manager que va en primer sitio es quitado de su puesto, pero son muy pocas veces las que ha sucedido este movimiento que no tiene lógica.
Después de las dos palizas recibidas y perdiendo 7-0 el jueves pareció que el equipo fronterizo se estaba desintegrando por todo lo que había sucedido en los últimos días y los felinos, con dos jonrones de Jorge Cantú, que llegó a 17 aunque sólo batea .258, estaban aprovechándose del descontrol que vivía el tim de casa. A río revuelto, ganancia de pescadores.
Sin embargo las cosas cambiaron de repente cuando los Broncos anotaron hasta cinco carreras en la cuarta entrada para ponerse en la pelea (5-7) y luego tener un quinto inning de hasta 10 carreras para que volviera la felicidad a la caseta del club y a las gradas donde los aficionados que se reunieron celebraron la paliza que dieron al poderoso Tigres.
Durante el ataque de 10 carreras fue vapuleado el veterano "Rocket" Valdez que está tratando de hacer un retorno al beisbol y terminó siendo el pitcher perdedor cuando se le embasaron los cinco primeros bateadores a los que se enfrentó en ese inning en que 13 broncos desfilaron por el home antes que terminara la cascada de carreras. Un jonrón con la casa llena de Jesse Gutiérrez coronó el gran rally en un juego que terminó 16-10.
Fue un día de muchos batazos en la mayoría de los parques de la Liga Mexicana, por lo que nacieron muchos, pero muchos nuevos árboles.
El festejo en el Parque Adolfo López Mateos fue grande y me atrevo a decir que esta victoria ha salvado al equipo, ha salvado a la franquicia y dieron la impresión de volver de lleno a la pelea por el que podría ser su segundo campeonato.
Broncos logró un triunfo que mucho necesitaba para encontrar cielos azules después de la tormenta.
