LOS Dodgers, elegidos favoritos para ganar la División Oeste de la Liga Nacional, están en el sótano y últimamente han sido afectados por las lesiones, por lo que decidieron llamar al gran prospecto cubano Yasiel Puig, que fue firmado en el Foro Sol hace un año cuando los buscadores del equipo de Los Ángeles le hicieron una prueba antes de un juego de los Diablos Rojos. El antillano, que tuvo el valor de escapar del comunismo cubano para hacer carrera de profesional, fue firmado en 42 millones de dólares, más dinero del que le dieron al veloz pitcher Chapman y al jardinero Céspedes de los Atléticos de Oakland. Las Ligas Mayores han gastado mucho dinero entre jugadores cubanos que logran escapar y los estrellas del Japón.
Originalmente el jardinero derecho es de gran velocidad y Puig estaba jugando en clase doble A con el equipo de Chattanooga de la Liga del Sur, pero en los juegos de la Liga El Cactus impresionó a todos al batear para .517 antes de ser enviado a las sucursales para madurar ya que solamente tiene 22 años. El famoso Mike Brito fue el que interesó al Dodgers para que firmaran a este prospecto y será muy interesante ver lo que puede hacer ya en las Ligas Mayores. Por lo pronto parece un cincho de que va a ser un gran pelotero en el mejor beisbol del mundo.
Obviamente el manager Don Mattingly está desesperado con el pobre rendimiento de los Dodgers, equipo que hace un año añadió cerca de 400 millones de dólares a su nómina al obtener de Medias Rojas al jardinero Carl Crawford, que casi siempre está lesionado, a Adrián González que no vale los 152 millones de contrato, y al pitcher Josh Beckett, que ya parece estar liquidado. O sea que los Medias Rojas les cambiaron gato por liebre a los entusiasmados nuevos propietarios de los Dod-gers.
Mattingly comparte su "infierno" con Joe Gibbon, manager del Azulejos de Toronto, que gastó mucho dinero en nuevos peloteros en invierno y aparece también en último lugar de su división. Y en la Liga Mexicana tenemos el caso de Miguel Ojeda y Matías Carrillo, a los que les han puesto supertrabucos y están obligados a ganar, lo cual han estado haciendo en las últimas series. Los Diablos van a tener dos series en casa que deben aprovechar para alejarse de los enemigos en la turbulenta Zona Norte y los Tigres ya están en el primer lugar del Sur. Tal parece que el gobernador de Quintana Roo quiere el campeonato con desesperación, cueste lo que cueste.