Se ha entablado una sensacional batalla de jonrones entre Luis Terrero de los Diablos Rojos del México y Jorge Cantú de los Tigres para que al terminar los juegos del domingo cada uno presentara un total de 23 cuadrangulares. El domingo Terrero bateó dos de los seis jonrones conectados por los Diablos para vencer al Guerreros en Oaxaca y de esa manera llevarse la serie y el trofeo Nelson Barrera que estará en las oficinas del equipo escarlata en la Capital.
Terrero llegó a 65 carreras empujadas y está bateando un alto .403 por lo que anda metido en la pelea por la triple corona y otro nombramiento de Jugador Más Valioso.
Cantú lleva sus 23 batazos de vuelta entera con 54 carreras empujadas pero solamente .270 en average. Durante un juego de la semana pasada este Cantú bateó tres cuadrangulares y fue el día en que los Tigres, muy reforzados con la llegada de Alfredo Amézaga, conectaron hasta tres jonrones seguidos en una sola entrada para una gran exhibición de fuerza. Si todo fuera dinamita con batazos de cuatro equinas seguramente tendríamos una final entre los Diablos y los Tigres, los equipos que más veces se han enfrentado en una serie por el campeonato. Tigres ganó las finales en 1966, 1997, 2000, 2001 y 2011, mientras que los Diablos le ganaron al rival odiado en 1999, 2002 y 2003.
No hay que olvidar que Diablos y Tigres jugaron cinco series finales seguidas de 1999 al 2003 en un récord que será imposible igualar.
Ahora los Diablos van a llevar su show jonronero a Veracruz para enfrentarse al campeón Águila que está batallando por un lugar en los playoffs. Los Diablos amanecieron ayer a medio juego del nuevo líder Saraperos de Saltillo en la Zona Norte y los Tigres tienen ventaja de cuatro juegos sobre los Delfines de Ciudad del Carmen.
El domingo en la Angelópolis se llevó a cabo un homenaje muy merecido a don Jaime Pérez Avellá, por varios años el gran jefe de los Ángeles de Puebla y un directivo de gran clase que ya está en el Salón de la Fama, desgraciadamente fallecido, y al destacado y legendario cronista en esa ciudad, Enrique Montero Ponce que tanto ha impulsado al beisbol en esa ciudad y quien también debe estar en el templo de inmortales. Reconocimientos que se necesitaban y los llevó a cabo el Gentleman Rafael Moreno Valle. Recuerdo que cuando en 1961 fui a mi primera Serie Mundial de las 40 que he estado, allí me encontré en Nueva York a Enrique Montero Ponce cuando éramos jóvenes de menos de 30 años.