LOS Diablos llegaron a la novena entrada con ventaja de dos carreras, 8-6, y estaban a tres outs de ganarle la serie a los desertores Tigres de Quintana Roo cuando fallaron los relevistas rojos y terminaron perdiendo a fin de cuentas 10-9. Los felinos anotaron hasta cuatro carreras en el último inning y los Diablos se quedaron cortos al anotar sola una vez antes que un double play terminara la larga pero emocionante batalla ante cerca de 20 mil espectadores.
Las terribles fallas del cerrador Enrique González y Dennis Reyes en sus últimas salidas ha preocupado al Diablos al venir estos problemas cuando los equipos ya no pueden hacer ninguna contratación de nuevos jugadores.
Es probable, sin embargo, que haya cambio de guardia con el recién llegado Benaka, que lo ha hecho bien como preparador, sea colocado de cerrador. O a Federico Castañeda.
Hace un año ese fue el problema de los Diablos de Eddie Díaz cuando no encontraron un cerrador confiable en la campaña y se recuerdan los problemas de Winston Abreu. Tampoco los Rojos están en un lecho de rosas en lo que a abridores se refiere, pero todos los equipos de la liga tienen ese problema. Es cuestión que los bateadores saquen del hoyo a los pitchers.
El enigma en este Diablos es que a pesar de ser un trabuco, por regla general cuando ganan lo logran en forma apretada y con muchas heroicidades de alguno de sus bateadores como en los casos de la presentación de Steve Moss y la explosiva actuación de Japhet Amador el sábado.
En el juego dominical un jonrón de Óscar Robles fue el que puso al Diablos con ventaja de dos carreras ya en la parte final pero llegó el noveno inning en que los Tigres se dieron un festín para darle la vuelta al partido y convertir derrota en victoria.
Fue un revés que dolió mucho en las filas del equipo y entre los aficionados que desean con pasión el campeonato 16 al ver los grandes esfuerzos que ha hecho la directiva con tantas contrataciones importantes. Se recuerda que en la última final entre esos dos grandes rivales, los Diablos terminaron perdiendo.
Con el calendario acabándose los Rojos se van de gira, primero en Villahermosa y luego a Campeche contra unos Piratas que se han convertido en una sucursal de la Liga Cubana.