LOS Tigres acariciaron la segunda victoria en la serie por la corona de la Liga Mexicana 2013 cuando con el juego 7-7, Karim García dio hit y estaba en segunda base con un solo out en el cierre de la novena entrada pero no llegó el batazo ganador y los Sultanes comenzaron la entrada 10 con un jonrón de Chris Robertson que les dio el triunfo de 8-7 para empatar el compromiso a un triunfo por bando.
Todavía en el cierre de la décima los Tigres tuvieron chance cuando Kevin Flores se embasó sin outs y Sergio Contreras aparentemente iba a tocar de sacrificio para poner el empate en segunda, pero con el tercera base Agustín Murillo jugándose el pellejo al colocarse casi encima del home, el bateado decidió fintar la "plancha" y luego batear fuerte por tercera base. Fue entonces que milagrosamente y a pesar de estar tan cerca, Murillo logró parar la pelota y consiguió el out forzado en segunda. Fue una jugada increíble ya que por estar tan metido en el plato lucía imposible que Murillo pudiera hacer la jugada. Después de eso vinieron los dos outs que faltaban logrados por Óscar Villarreal y los Sultanes estarán en su casa hoy martes recibiendo a un Tigres que perdió una gran oportunidad el domingo de viajar en "caballo de hacienda". Ahora con los tres juegos siguientes en Monterrey los Sultanes tendrán el chance para llegar al campeonato 10.
Fue un juego de mucho bateo, con tres jonrones, todos del Sultanes, los primeros de la Serie del Rey, el primero de Ramón Ríos para la primera carrera, el segundo de Luis Alfonso García que produjo en total cinco carreras y el ganador de Robertson que fue una línea bajita que apenas pasó sobre la barda izquierda.
Sultanes había jugado mal a la defensiva con un error del propio Murillo abriendo la puerta para tres carreras felinas en la cuarta y un pasbol del catcher Arturo Rodríguez trajo otra carrera para Cancún.
Karim García dio un par de sencillos, pero todavía estamos esperando su primer cuadrangular y esta vez el público que hizo otro entradón no pudo tener una noche feliz.
Cada equipo utilizó ocho pitchers, lo cual es terrible pero así es nuestro beisbol actual y se hubiera podido reducir más de media hora de un juego que duró cuatro horas si los lanzadores que entran de relevo durante una entrada no les permitieran los cinco pitcheos de calentamiento.
Leo Heras bateó un triple el domingo, su único hit en cuatro veces con el Corpus Christie y el jardinero de los Diablos Rojos produjo una carrera en juego de la Liga de Texas, recibiendo una base y ponchándose las otras tres veces que fue a batear.
