EL pitcher zurdo Leroy Matlock fue uno de los dos grandes brazos que tuvo el manager Ernesto Carmona en sus primeros años de los Rojos del México y estuvo con la franela capitalina en los tres primeros años de 1940 y 43. Hizo una gran pareja, una pareja atómica con el gran estrella Theolic Smith para darle al equipo los brazos que necesitaba para pelear por la corona de 1940 antes de terminar en segundo detrás del Azules del Veracruz de Jorge Pasquel que trajo hasta al gran bateador de color, Joshua Gibson, para las temporadas de 1940 y 41.
Nacido en Moberly, Misisipi, en el año de 1907, tenía 33 años en 1940 cuando tuvo récord de 15-10 en su presentación y un buen 3.27 en carreras limpias. Como ese mismo año Theolic Smith ganó 19 juegos entre los dos le dieron al equipo rojo un total de 34 victorias del total de 57 éxitos que tuvo el equipo en esa campaña. Theolic es considerado el primer gran ídolo que tuvieron estos aguerridos Rojos de Carmona.
Leroy Matlock había tenido bastantes años en las Ligas Negras americanas antes de venir a la Liga Mexicana, pero un año después se recuperó para tener muy buenas dos campañas con el nuevo equipo de la pelota mexicana. En la temporada de 1941 estuvo aún mejor al ganar otros 15 juegos por nueve derrotas y 3.99 para un nuevo final en el segundo puesto.
Esa era la combinación perfecta, Theolic y Matlock. Además Matlock aparece en la historia de los Diablos Rojos como el pitcher que ganó el primer juego en la historia del club. El triunfo primero fue logrado en la ciudad de Monterrey contra los entonces llamados Industrias en 1940.
En 1943 fue su despedida de la pelota mexicana y del beisbol al bajar su rendimiento a nueve ganados con 13 perdidos y 4.37 en carreras limpias. Se retiró con una marca de 39-32 y 4.16 en sus años de Liga Mexicana todas esas cifras con los Diablos.
Leroy Matlock tuvo como su mejor campaña en las Ligas Negra la de 1935 cuando con el equipo de los Crawfords de Pittsburgh, donde también jugaba el gran Joshua Gibson, llegó a tener récord de 12-0 con 2.69, fue el pitcher campeón en lo que se refiere a porcentaje de ganados y perdidos.
Jugó con el equipo de San Luis en la misma liga de color de 1929 a 1931, luego estuvo en 1932 con los Homestead Grays, pasando al famoso Crawford de Pittsburgh en 1933 y estar hasta 1938.