Cuando uno se enfrenta a bateadores como David Ortiz y se llega a la cuenta de tres y dos en un momento importante del partido con un solo hombre en base, es peligroso retarlos tan pronto como la sexta con la ventaja para el equipo en el campo de una carrera.
En el segundo de la Serie Mundial que estamos viendo los Cardenales ganaban 1-0 con el novato sensación de los playoffs, Wacha, se metió en problemas al dar base a Pedroia con un out y Ortiz al bat, el bateador más temible que hay, y todos sabíamos que con un jonrón venía la voltereta al partido.
Wacha lo trabajó bien hasta llegar a la cuenta de tres bolas y dos strikes. Es allí donde el manager debe ayudar a un novato de 22 años. Estando en la cuenta de 3-2, una base por bolas no era el fin del mundo para San Luis ya que después vendrían dos bateadores derechos que habían tenido problemas con el novato.
Eso de que contra la base por bolas no hay defensa es el cuento del siglo ya que es mejor dar una base que un jonrón. Y con Ortiz bateando en esa cuenta el peligro era inminente.
No era todavía el momento inevitable de retar a Ortiz ya estábamos en la sexta por lo que había que hacer un lanzamiento fuera de la zona y con movimiento. Wacha se puso valiente y terminó recibiendo un cuadrangular de Ortiz que es el 17 en juegos de postemporada, aunque sólo tres en Serie Mundial que está lejos de los 18 que bateó Mickey Mantle.
Pero pronto se acabó la alegría en la fría noche ya que Cardenales vino de atrás y corriendo en forma audaz lograron un rally de tres en la séptima para ventaja de 4-2 que fue como terminó. Me ha extrañado en estos playoffs que los jugadores no hayan intentado más robos que ha sido la marca registrada del año. Habían jugado una pelota estática. ¿Recuerda que cuando Mattingly mandó a su veloz Dee Gordon por Adrián González en el primer juego ni siquiera fue al robo?
Pero con corredores en segunda y primera hubo doble robo de San Luis sin que hubiera tiro y la casa se llenó con base a Descalzo. Entonces vino un flay corto de Carpenter por el izquierdo en que Jonny Gomes no hizo un tiro bueno y se empató el juego. El tiro no fue recogido por el catcher y el pitcher de relevo Breslow se le ocurrió tirar a tercera donde iba el otro corredor y puso la pelota en las gradas izquierdas para que Cardenales se fuera 3-2. Un hit de Carlos Beltrán trajo la carrera cuatro.
Y para la novena Rosenthal de San Luis estuvo tan bien como lo anunciado al ponchar a los tres seguidos con gran velocidad. No se puede batear a lo que no se ve.
