LOS Bravos de Atlanta anunciaron que van a construir un nuevo estadio muy cómodo y con capacidad de 41,000 espectadores que tendrán listo para la temporada del 2017, continuando de esa manera la moda de hacer nuevos parques en donde ya tienen uno de primera. En Ligas Mayores todo comenzó con el abandono al Astrodome, la octava maravilla en un momento dado, para irse a uno nuevo con techo que se pone y se quita.
En las Grandes Ligas los que necesitan con urgencia un estadio lo son Oakland, que siguen jugando en el vetusto parque de siempre que una vez fue llamado el mausoleo de los parques y en donde todo se ha avejentado. Los Raiders de Oakland lo pusieron aún más feo al construir unas horribles gradas cuando regresaron a la ciudad para aumentar la capacidad del estadio ya que en el futbol americano sólo juegan dos partidos al mes en su casa.
Igualmente en Tampa Bay, la ciudad de St. Petersburgo, han tratado sin éxito de que las autoridades les ayuden a construir un nuevo estadio para ver si levantan el entusiasmo en esa región. La casa de los Rayos no es bonita si usted mira hacia el techo pero es uno de los más cómodos que hay en la gran carpa. También necesitan nuevos estadios en Boston y en Chicago para los Cachorros, pero han mantenido los parques Fenway y el Wrigley, muy incómodos y viejos, como patrimonios nacionales.
En la Liga del Pacífico tenían en Hermosillo un Estadio Héctor Espino que todavía estaba funcional y bien cuidado pero el gobernador se puso guapo y construyó uno muy hermoso que ha tenido muy buenas asistencias en esta su primera temporada.
Ahora se la pasan anunciando que Culiacán, a pesar de que el estadio fue remodelado para su Serie del Caribe y quedó como nuevo, va a ser demolido y van a construir allí mismo uno nuevo que será levantado en sólo siete meses, lo cual pienso que es imposible pero seguramente harán la inauguración sin haberlo concluido. Construir un parque no es tan rápido como una casa de campaña que instalan los que protestan en la Ciudad de México, alguna vez llamada la Ciudad de los Palacios.
En la Liga Mexicana los nuevos parques que tenemos son el de Saltillo, al que dejó el exgobernador Moreira como una belleza deportiva, y el de Cancún. Para el caso de la Capital, la única solución parece ser la de los terrenos que no usa la Universidad de México. Como están las cosas de las protestas y si hay un espacio grande, los vecinos se opondrían a la construcción de cualquier cosa. Pero tenemos fe en Miguel Ángel Mancera después que Marcelo se fue ponchado al olvido.