AL jugarse la pasada Serie Mundial de Medias Rojas y Cardenales la TV americana recordó aquella fantástica carrera del jardinero Enos Slaughter que desde primera base anotó en el cierre del octavo la carrera que le dio la victoria a San Luis en el séptimo y decisivo juego del clásico de 1946. Es única vez en la historia de estas series que esto ha pasado y desgraciadamente, a excepción de los cronistas americanos, esa gran carrera de Slaughter se ha ido olvidando a través de los años.
Slaughter era un jugador con demasiada intensidad, tipo Pete Rose, y con ese séptimo juego empatado a tres en el cierre del octavo, estaba en primera base con dos outs. Un doblete de Dom DiMaggio acababa de empatar a tres empujando dos carreras en la parte alta del octavo pero el hermano de Joe, también un gran fildeador, tuvo que salir del juego al lesionarse en la barrida en segunda.
Con Slaughter en primera y dos outs, Harry Walker siguió con un hit a la derecha del jardinero central. Slaughter, que era un torbellino, arrancó con el batazo al haber dos fuera y aunque era sólo hit, llegó a tercera y siguió rumbo al plato en una audaz acción.
El coach de tercera lo era el cubano Mike González, dueño y manager de los Rojos del Habana en la fuerte liga antillana y quien había jugado varias temporadas con Cardenales de segundo catcher del equipo. Dicen que cada primavera de entrenamiento siempre le ganaba las partidas de poker al gran Babe Ruth ya que Yanquis y San Luis entrenaban en St. Petersburg, Florida.
En la película que usted puede ver en "YouTube" se alcanza a ver que el cubano Mike González no está parando a Slaughter, sino más bien indicando que siguiera.
El factor sorpresa fue decisivo en esta jugada, ya que el short Johnny Pesky, de Boston, bajó las manos al recibir el tiro del jardín, pensando que Slaughter se había quedado en tercera. Ya cuando se dio cuenta y tiró a home la pelota llegó muy tarde.
Fue la carrera del gane ya que todo acabó 4-3 con San Luis ganando la Serie.