Indudablemente fue el Mago Septién el narrador no solamente más famoso en la historia del beisbol mexicano sino la mejor voz que ha existido, siendo el primero en nuestros deportes de los llamados narradores dinámicos que con su potente garganta emocionaba a los aficionados en los momentos importantes de los juegos.
Le quedó perfecto el apodo que siempre lo acompañó, "el dinámico Mago Septién". Dios le dio una larga vida de 97 años y el beisbol vuelve a estar de luto al fallecer este tan conocido personaje el miércoles pasado.
Comenzó su carrera en el micrófono en 1939 y entonces fue el narrador famoso cuando el beisbol tuvo una fabulosa era en la década de los cuarenta cuando Jorge Pasquel nos dio la oportunidad de ver a los mejores jugadores de color que no tenían lugar en las Mayores, sin faltar la campaña de 1946, la llamada "temporada de oro", cuando el magnate veracruzano le hizo la guerra a las Grandes Ligas y trajo a varios estrellas blancos americanos.
Como entonces no había aquí transmisiones directas desde los parques de Ligas Mayores. Pedro Septién deleitó a los aficionados mexicanos con reconstrucciones de los partidos desde el estudio con los gritos de los aficionados de fondo que era un disco manejado por los operadores. De esa manera reconstruyó cientos de juegos y peleas de box que lo ayudaron a convertirse en el número uno.
Ya cuando tuvimos transmisiones directas desde los estadios americanos, el Mago tuvo su primera Serie Mundial desde Nueva York en 1953 al lado de Buck Canel, el narrador famoso en América Latina de los juegos de la gran carpa en español. Al pasar los años formó parte por mucho tiempo del grupo de Televisa que pasaba los juegos con narraciones desde los estadios, sobre todo las Series Mundiales.
Llamado el "Marqués de Querétaro", el Mago Septién tenía como ídolo a Babe Ruth y contaba las proezas de esa leyenda que sigue vigente y de sus queridos Yanquis.
Por varias temporadas el ingeniero Alejo Peralta lo contrató como narrador de los juegos del Tigres en el Parque del Seguro y sus elogios a los jugadores felinos provocaba el enojo de los fanáticos del Diablos. Una vez el manager rojo, Wilfredo Calviño, dijo unas palabras que describían perfectamente a la gran voz: "Podrán decir muchas cosas pero una cosa es segura: él siempre está hablando bien del beisbol."
Y ese era su deporte favorito. Su actuación en el "Beisbolista Fenómeno" de "Resortes" le da un toque mágico a una película de colección. Y tenía que ser, por eso era el famosísimo Mago Septién. Descanse en paz.
