La visualización de los problemas es el primer paso para resolverlos. Visualizar implica observar, reconocer, escuchar y medir. Observar la realidad. Reconocer lo que no marcha bien. Escuchar a quienes padecen los problemas. Medir realidades, medir percepciones. Luego de este ejercicio viene la propuesta, la estrategia y la acción. Qué hacer para resolverlos, cómo hacerlo y echar manos a la obra.
La crisis por la que atraviesa la Comarca Lagunera, sobre todo en materia de seguridad, desarrollo económico y medio ambiente, ha motivado en los últimos años la creación de grupos de diversa índole que tienen como objetivo poner en relieve las distintas problemáticas que afectan a la región, para así buscar alternativas de solución. El Consejo Ciudadano Lagunero por el Agua, Encuentro Ciudadano por el Agua, Laguneros por la Paz y Consejo Cívico de las Instituciones Laguna, son algunas de esas organizaciones que han surgido con la participación de Iniciativa Privada o desde la trinchera de la ciudadanía.
En este sentido, resulta alentadora la aparición del Barómetro de Opinión Pública, una herramienta estadística de análisis social impulsada por la asociación lagunera México Avanza. Apenas el viernes pasado hizo su primera aparición pública con la presentación de su estudio génesis, el cual aporta datos por demás interesantes que sin duda motivarán un rico debate sobre la realidad en la principal ciudad de La Laguna y las percepciones de sus habitantes.
El Barómetro -un concepto nuevo en la región mas no en el mundo- es producto del esfuerzo de profesionales, periodistas y académicos cuyos alcances y objetivos se pueden resumir en "facilitar al ciudadano interesado la posibilidad de construir su propia respuesta y conocer la de sus iguales, contribuyendo a un entendimiento común de nuestro vivir en esta ciudad", según se lee en la introducción del reporte disponible en el sitio web www.barometro.mx. Es decir, dotar de información precisa y comprobable del pensar y sentir de la ciudadanía sobre los temas que afectan la vida cotidiana en el municipio. Es la medición de forma científica del estado de la opinión pública torreonense.
El primer estudio es una encuesta en domicilio aplicada a 600 personas mayores de 18 años residentes en Torreón, y tiene un nivel de confianza del 95 por ciento. Los cuestionamientos abarcan desde la valoración de actores políticos e instituciones hasta temas coyunturales de la realidad política, social y económica.
Entre los resultados destaca sin duda el que concierne al arraigo e identidad de los torreonenses. A la pregunta "Si le fuera posible irse de Torreón y vivir en otra ciudad ¿lo haría?", el 62 por ciento de los encuestados contestó que sí. Es decir, seis de cada diez ciudadanos dejarían la ciudad si pudieran.
Pero eso no es lo más grave. La cifra aumenta conforme la edad del encuestado es menor. El 77 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 25 años entrevistados abandonaría la ciudad si tuviera oportunidad de hacerlo. ¡8 de cada 10! La reflexión es inevitable. Esta ciudad poco o nada ofrece a esos jóvenes para que piensen en fincar aquí su proyecto de vida. Esta situación es lamentable. Es imposible sustentar el futuro de una sociedad en el desencanto de su población juvenil. Sin el impulso de la juventud no existe el porvenir… sólo la espesa bruma.
Un dato que da luz sobre la pregunta anterior es el que se aporta con relación a los principales flagelos que golpean a la ciudad. El 71 por ciento de los encuestados opina que la inseguridad por el narcotráfico es el problema más importante en Torreón. Pero le sigue la inseguridad por robos/asaltos, con el 13 por ciento de las respuestas. Es decir, en conjunto, la inseguridad en general acapara el 84 por ciento de las contestaciones. En tercero, cuarto y quinto lugar aparecen problemas relacionados con la economía, desempleo y pobreza, que suman en total 12 por ciento de las respuestas. Es decir, la principales preocupaciones de los torreonenses están vinculadas al aumento de la criminalidad y la falta de crecimiento económico, con un acento importante en la primera. Tomen nota candidatos.
Ahora bien, ¿qué tanto golpean en realidad estos problemas a los ciudadanos? El 44 por ciento de los encuestados respondió que la inseguridad por el narcotráfico es el problema que más les afecta a ellos y a sus familias. La inseguridad por robos y asaltos apareció ahora en tercer sitio con 17 por ciento de las respuestas. O sea que la inseguridad en general acapara el 61 por ciento de las menciones en cuanto a afectación.
Pero el dato más revelador del estudio es el que concierne al impacto directo de la delincuencia. A la pregunta "¿Ha sido usted o algún pariente cercano asaltado, agredido o víctima de un delito en los últimos doce meses?", el 60 por ciento contestó que sí. La cifra es alarmante y por sí sola tumba el frágil edificio de los discursos de políticos y gobernantes que han intentado minimizar el problema de la inseguridad en la región.
Ojalá que este estudio -el primero de muchos, según se anunció- contribuya a motivar una mayor sensibilidad y presteza por parte de los tomadores de decisiones a la hora de tocar los temas que afectan a la ciudadanía. Pero, sobre todo, ojalá que ayude a construir una sociedad más involucrada y participativa que -como ocurre en Monterrey, por ejemplo, con el programa de seguimiento "Alcalde ¿cómo vamos?"- comience a dictar la agenda pública, sobre la base de información veraz y datos medibles que permitan visualizar y atacar los problemas que afectan no sólo a la ciudad, sino a toda la región. En ese tenor hay mucho por hacer aún, pero el Barómetro es un buen punto de partida.
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