Cooperan. Jesús Favela fue uno de los que se quedó en el ejido Nuevo Reynosa para reforzar bordos.
En la mayoría de los ejidos donde hubo riesgo de inundación por la avenida del Río Aguanaval hubo presencia de ejidatarios que no se fueron.
Lo anterior porque querían cuidar sus pertenencias en sus casas y porque pensaban ser más útiles en sus comunidades reforzando los bordos que fueron hechos por maquinaria en la mayoría de los lugares. Otros más fueron hechos por ellos o reforzados.
En el ejido Nuevo Reynosa, del municipio de Viesca, fueron cerca de 80 hombres los que se quedaron y que incluso trabajaron durante varias noches cuidando los bordos y las zonas más bajas.
"Tomamos palas y sí se taparon algunas partes donde se estaba metiendo el agua, la mayoría quisimos quedarnos porque, pues se iban a quedar varios de los que sabemos que les gusta quedarse con lo ajeno", dijo Jesús Favela, habitante de Nuevo Reynosa donde las mujeres y los niños sí fueron trasladados a un albergue temporal instalado en el ejido Emiliano Zapata, del municipio de Viesca.
En Petronilas fue el mismo caso. Ahí ya antes el presidente del comisariado ejidal, Fernando Lazarín, dijo que los hombres de las más de 250 familias que viven ahí no se irían a ningún albergue porque querían reforzar los bordos y evitar daños en sus casas, esto a pesar de que Petronilas quedó completamente aislado, rodeado de agua y sólo era posible tener acceso por aire.
En el ejido Venustiano Carranza, del municipio de Viesca, también hubo 4 hombres (de las más de 20 familias que ahí viven) que desearon quedarse para cuidar sus casas y reforzar los bordos en las orillas, dijo Roberto Gándara, habitante de este poblado cercano a la Hacienda de Hornos.
Los ejidos
Campesinos prefirieron quedarse y reforzar los bordos cercanos en sus comunidades para evitar perder su patrimonio. Este fue el caso de ejidos como:
⇒ Petronilas
⇒ Nuevo Reynosa
⇒ V. Carranza