Moisés Calderón Abbo, director del Hospital de Cardiología, explicó que este dispositivo va conectado a una consola que consta de dos módulos desmontables para mejorar la movilidad del paciente. ARCHIVO
A siete meses de que fue colocado el primer corazón artificial en una persona en el Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, continúa con éxito esta operación, la primera hecha en México y la segunda en América Latina.
José Salvador Pérez Yáñez, ingeniero civil fue diagnosticado con cardiomiopatía isquémica, por su condición de salud, no era candidato a trasplante, por lo que los médicos optaron por colocarle un dispositivo de asistencia ventricular (corazón artificial).
Moisés Calderón Abbo, director del Hospital de Cardiología, explicó que este dispositivo va conectado a una consola que consta de dos módulos desmontables para mejorar la movilidad del paciente.
Este aparato es colocado a un costado del corazón y permanece permanentemente para evitar un trasplante.
El médico dijo que para su funcionamiento es necesario que la persona porte una "cangurera" en donde se colocan las baterías.
Acompañado de su equipo médico, detalló que este dispositivo consta de un saco de silicón con válvulas que hacen que el flujo sanguíneo sea unidireccional, y que la misma está inmersa en una cápsula que está controlada por una computadora que le inyecta aire a determinada presión y frecuencia.
Por su parte, Martín Garrido Garduño, director médico del Hospital de Cardiología del CMN Siglo XXI del IMSS aclaró que este tipo de intervenciones de ninguna manera sustituyen a los trasplantes de corazón.
Más bien dijo es una herramienta más para pacientes que no son candidatos a trasplantes y que ahora pueden sobrevivir con este dispositivo que permite bombear el corazón de la persona.
Dijo que con este soporte artificial la persona puede volver a rehacer su vida cotidiana.
José Salvador, ya dejó de pensar que el cualquier momento su corazón se iba a detener. Él ya se acostumbró que lleva cargando su abdomen una batería en donde salen dos mangueras.
Eso ha provocado que sus nietos le digan " Airoman".