El argentino Máximo González ante el polaco Jerzy Janowicz. Treintañeros en octavos de final alcanzan mayor cifra en 30 años
Cinco veteranos tenistas de más de treinta años, Lleyton Hewitt, Roger Federer, Tommy Robredo, Mikahil Youzhny y David Ferrer, lograron alcanzar los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, el mayor número en más de tres décadas.
Desde que en 1982 llegaran a la cuarta ronda del último Grand Slam del año siete treintañeros, nunca había habido tantos veteranos en esta etapa del torneo, lo que algunos atribuyen a la profesionalización de sus equipos y otros a la falta de jóvenes con la capacidad de derrocarlos.
"El ser humano también evoluciona físicamente, todos tenemos un equipo de trabajo mucho mejor que hace diez años, tenemos fisioterapeuta, médicos... eso ayuda a que alarguemos nuestros años de vida", decía Tommy Robredo, que a sus 31 años está luchando por entrar entre los veinte mejores del mundo.
El catalán se enfrentó en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos a un joven de 23 años, el británico Daniel Evans, y, contra lo que pudieran decir las quinielas, fue él quien logró salir victorioso pese a que ese duelo a cinco sets se prolongó durante 3 horas y 13 minutos.
No solamente cinco veteranos tenistas siguen en pie en el último Grand Slam del año, sino que habían logrado entrar al cuadro principal del Abierto que se disputa en Nueva York un total de 33 jugadores de más de treinta años, lo que supone por segundo año consecutivo un récord histórico en este torneo.
Entre aquellos treintañeros se encontraban argentinos como Carlos Berlocq o Máximo González, este último quien, si bien cayó en segunda ronda ante el estadounidense Jack Sock, había sorprendido al derrocar en su debut al polaco Jerzy Janowicz, decimocuarto cabeza de serie.
"(Se debe a) la experiencia que uno tiene de saber cómo son las cosas, saber que tienes que estar, que no importa la edad. Berlocq ganó su primer ATP a los 30", decía González.