El Tribunal de Bruselas ha rechazado la concesión de la nacionalidad belga al empresario francés Bernard Arnault, lo que prácticamente acaba con las aspiraciones del millonario galo de naturalizarse en el país vecino, publica el diario flamenco "De Morgen".
Arnault, dueño de la firma de artículos de lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) y uno de los hombres más ricos de Europa, inició en julio pasado los trámites para obtener la nacionalidad belga, después del anuncio del presidente de Francia, François Hollande, de incrementar la fiscalidad sobre las grandes fortunas.
La negativa del Tribunal de Bruselas se suma a la opinión contraria que dictó en diciembre pasado la oficina belga de extranjería, otra de las instituciones competentes para conceder la nacionalidad en este país.
Ambas instancias han rechazado la nacionalización de Arnault al considerar que éste no ha podido demostrar haber tenido su residencia principal en Bélgica durante tres años, requisito fundamental para obtener la ciudadanía belga.
El tribunal también ha tenido en cuenta la investigación abierta por la justicia de Bélgica para averiguar si varias empresas y fundaciones creadas en este país por Arnault se han beneficiado de ventajas fiscales para aumentar su capital, según el citado rotativo.
La solicitud de nacionalización del empresario galo aún está en trámite, y resta por conocerse la posición del Consejo de Seguridad del Estado, aunque es necesario que las tres partes se pronuncien favorablemente para que un expediente de nacionalización salga adelante.
Los solicitantes, no obstante, pueden pedir una revisión del informe negativo o empezar de nuevo el proceso al año siguiente.
El dueño de la firma de artículos de lujo Louis Vuitton Moët Hennessy fue uno de los primeros casos sonados de "exilio fiscal" en Bélgica a raíz del anuncio del aumento de la presión fiscal en Francia, y ha sido seguido por otros como el también empresario y heredero de la casa de champán que lleva su nombre, Hugues Taittinger, o el actor Gérard Depardieu.
