Este 3 de mayo, en el vigésimo aniversario del Día Mundial de la Libertad de Prensa, resonó mundialmente el llamado de auxilio de los periodistas mexicanos; desde la sede de la Organización de las Naciones Unidas, Marcela Turati, lanzó el angustioso llamado: "La situación es crítica. Este es un SOS para que volteen a ver a México, para desactivar la impunidad, la poca transparencia en la asignación publicitaria, las relaciones corruptas prensa-poder, para presionar por mejores condiciones laborales de los periodistas porque también son asuntos de seguridad. Es necesario empoderar a la prensa, a los periodistas, y con ello a los ciudadanos."
La reportera mexicana pronunció un muy bien argumentado y articulado discurso en el que desmenuzó la problemática que hoy padece el periodismo mexicano, en un evento inaugurado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en el que se puso en marcha el Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad. En su intervención aludió al hecho de que "Con tantos periodistas muertos, desaparecidos, silenciados, amenazados, y tantos medios de comunicación atacados, llama la atención enterarnos de que el gobierno mexicano no aceptó ser de los países piloto… Eso es sintomático."
Efectivamente es muy revelador de los temores del gobierno mexicano, pues su negativa básicamente puede tener tres explicaciones: una, que al participar en dicho plan el mundo conozca con mayores detalles la ineficacia e incapacidad de las autoridades para brindar un mínimo de garantías para el ejercicio periodístico; dos, que no esté interesado en poner un freno a las agresiones, pues éstas disminuyen la información sobre las verdaderas dimensiones de las acciones de la delincuencia organizada; y tres, que algunos de sus personeros del gobierno aprovechan el río revuelto para realizar sus propios ataques en contra de los periodistas y los medios y temen verse descubiertos. Pero ninguna buena razón parece asomarse.
Peor cuando los hechos desmienten las declaraciones oficiales de solidaridad con los periodistas y los medios, de apoyo al ejercicio de la libertad de expresión y de compromiso de poner fin a la impunidad.
Entre estas evidencias destaca la actuación del gobierno veracruzano frente a los asesinatos de periodistas y, particularmente, en el caso de Regina Martínez, en el que se atrevieron a crear un burdo montaje para desvirtuar la posibilidad de que el crimen tuviese la intención de callar una voz crítica.
Pero también se escuchan las voces de periodistas o ciudadanos que hoy utilizan las redes sociales para difundir la información sobre la inseguridad reinante y denuncian las amenazas y advertencias de autoridades de distintos niveles. En el número 1904 de la revista Proceso, del domingo 28 de abril pasado, se publican las entrevistas con los responsables del "Blog del Narco" y del sitio "Valor por Tamaulipas", que lo denuncian y develan las motivaciones de las autoridades.
En el caso de "Lucy", pseudónimo bajo el que concedió la entrevista la autora del "Blog del Narco", indica que éste surge en marzo de 2010, como una respuesta a la campaña lanzada por el gobierno de Felipe Calderón y medios de comunicación tradicionales por minimizar la violencia en el país. Señala: "Decían que no estaba pasando nada, que la gente estaba cayendo en psicosis, que imaginaba cosas, que estaba siendo mentirosa, que querían llamar la atención. Obviamente eso era indignante porque no eran personas que querían llamar la atención, eran víctimas. Entonces el blog fue como una ventana de información y un mecanismo para que la gente no se sintiera sola".
En la entrevista denuncia que las amenazas más constantes provenían del gobierno de Calderón y que ellos pudieron seguir las" huellas" de los mensajes electrónicos que los remitían a dependencias federales. Puntualiza: "Éramos muy importantes para el gobierno de Calderón porque éste quería tener toda la información que nosotros recibíamos, pero sin que la sociedad lo supiera".
El administrador del sitio "Valor por Tamaulipas" indica que además de la persecución desde principios de este año por parte de uno de los cárteles (que le puso precio a su cabeza) sufrió los ataques e intentos de desprestigio del sitio por parte del gobierno de Egidio Torre Cantú.
En la entrevista puntualiza: "Nunca pude identificar el departamento o el área de la que se tenía esa intención de boicotear "Valor por Tamaulipas". En varias ocasiones intentaron generar reportes con información falsa para que perdiera credibilidad, pero en su momento logré sortear esos retos". Y señala que la razón de dicho sabotaje era que el sitio se había convertido "en el principal medio que informaba en México y el mundo que en su estado manda el crimen organizado y no él".
Así a los ataques que sufren los periodistas y los medios de comunicación tradicionales se suman las embestidas en contra de periodistas que utilizan las redes sociales para alertar a la población y difundir la información de las acciones de la delincuencia organizada. Éstos denuncian que las autoridades van más allá de su incapacidad para castigar los crímenes contra los periodistas, que se suman a ellos para tratar de acallar las voces críticas, pero sobre todo que evidencian, al difundir hechos incontrovertibles, su pérdida de control.
Como señalaba Turati: "Por eso, entre periodistas decimos que estamos entre tres fuegos: el de los gobernantes, el del crimen organizado y el de las empresas que defienden intereses contrarios a los ciudadanos."
Afortunadamente también hay empresas periodísticas que sí cumplen con su responsabilidad social y profesional, aunque lamentablemente en México son la excepción.
