Agua. La lluvia duró dos horas y media, tiempo suficiente para causar daños en el poblado.
Eran las nueve de la mañana cuando una tromba cayó sobre La Loma, Durango, la intensidad de la lluvia cesó hasta las once y media. Tres casas sufrieron derrumbe del techo y 9 más necesitaron apoyo de Protección Civil para sacar el agua de sus casas.
Vicente García, director de Protección Civil de Lerdo, informó que se utilizaron tres motobombas y una cuadrilla de 8 hombres para apoyar en los trabajos.
"Las casas más afectadas fueron tres y se debió a que son techos de carrizo, algunas vigas se acunaron. Son casas que están fuera del área donde corrió el arroyo, pero con la precipitación se vieron afectadas".
Dijo que las otras nueve casas afectadas recibieron apoyo como la colocación de costales para desviar el agua, además se realizaron labores de limpieza de algunas calles del ejido.
"Se debe a que están ubicadas justo por donde pasa el cauce natural del arroyo, por lo que es una problemática constante durante las lluvias.
Informó que las lluvias se registran a partir del kilómetro 198 y se prevén más lluvias por el nuevo frente frío que entró a la región.
"Hasta ahora no se han presentado afectaciones mayores y no se ha requerido trasladar a nadie. Las personas que sufrieron derrumbe se quedarán con familiares".
Ángeles Luna nunca ha tenido credencial del IFE, su calle no tiene nombre y hasta hace unas horas tenía el agua hasta los tobillos. Intentó sacar el agua de su casa, pero la coladera de la entrada parecía una fuente y se lo impidió.
"Echaba una tina afuera, pero por el drenaje, pues todo se devolvía. Y el otro menso (su hermano) se fue a la pizca y me dejó sola. Aquí se acabó de remojar. Yo ando en friega desde las 10 de la mañana".
"Llovió bien padre", dice con tono irónico, ella nunca ha ido a la escuela y hasta unos meses tuvo acta de nacimiento, gracias a su vecino Heriberto Aganza.
"Gracias a Dios no tengo muebles", dice mientras se peina el cabello y se sacude los guaraches cubiertos de lodo, "aquí no tenemos piso, no tengo para que me echen el firme". Como nunca ha tenido credencial no la han podido incluir en ningún programa social.
"A veces comemos y a veces no", dice que en La Loma no hay trabajo, ella limpiaba una casa, pero la mujer para la que trabajaba, murió. "Tengo tres años "deoquis", es que una no tiene suerte con las oportunidades, para todo piden la credencial. A mí me dijo la muchacha que a fuerzas quería el nombre de la calle, pero la calle no tiene nombre".
VIRUTA, CAPULINA Y LA NIÑA
San Juana Aganza regresaba de "un mandado" en Gómez Palacio cuando encontró su casa completamente anegada, su mayor preocupación eran: Viruta, Capulina y la Niña. Sus tres perros que la acompañan.
"Cuando vine ya andaba toda la gente sacando el agua de mi casa, eran como la una y media. Gracias a los bomberos que me ayudaron a sacar toda el agua, a puras cubetas".
A San Juana le gana la risa y enlista las pérdidas: "Se mojó mi cama, mi peinador, mi refri, un sofá; pues todo", asegura que ya nada puede hacer.
Hace quince años vive sola, junto a ella está la casita de su hijo, él vive aparte. Separada desde años, su compañía son sus tres perros.
"Nada más se le veían los ojos a la Niña. Hubiera visto como andaban Viruta y Capulina, pobrecitos de mis perros".
Descalza y con la falda empapada se mete entre lodo y las piedras. San Juana camina por la entrada de su casa y señala hasta donde subió el agua. Aproximadamente 60 centímetros.
"Lo bueno es que estamos vivos, lo material como quiera, lo bueno es que ya estaba la gente aquí. Ya ni modo, verdad". Dentro de su casa, al ver el techo y la imposibilidad de ponerse un par de zapatos secos suelta el llanto y se da valor.
"Lo material como quiera", dice San Juana, una de las afectadas.
