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Un año de EPN: estadísticas como campos de batalla

JOSÉ CARREÑO CARLÓN

A unos días de que se cumpla el primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y de su suscripción del Pacto por México con los tres partidos más importantes del país, empezó la que seguramente será una catarata de encuestas, balances y discursos destinados a evaluar los rendimientos de este período, con los más variados giros e intenciones.

Muy oportuno para este debate nacional de hoy resulta en este punto la publicación por la filial de Argentina del Fondo de Cultura Económica del trabajo de Claudia Daniel, "Números públicos", no obstante estar elaborado a partir de las estadísticas de aquel país del cono sur de 1990 a 2010, como lo indica el subtítulo del libro.

Y es que este texto marca un tránsito muy parecido al operado en las percepciones mexicanas: de un dominio muy especializado de este tipo de estudios, al ámbito de la experiencia inmediata de la gente. Pero también del tránsito del aprecio a la estadística como evidencia incuestionable -a la que la mayoría se rendía con devoción en el culto al prestigio de los números- al uso de este tipo de investigaciones cuantitativas, encuestas, indicadores, conteos, como nuevos campos de batalla en guerra permanente, lo mismo desde la controversia política, técnica y, desde luego, mediática.

- Guerra todoterreno

Incluso los temas específicos en los que se centra el libro de Daniel son cercanos a los debates mexicanos de hoy y del pasado todavía próximo: los indicadores y los estudios de pobreza, de riesgo en el país y de preferencias electorales, que al final de las campañas se convierten en encuestas de aprobación o desaprobación de los gobiernos, como las que empezaron a aparecer y abundarán en México en las siguientes semanas.

Se trata de una útil 'sociología de las estadísticas' que a su vez mide lo que está en juego en este territorio de disputa: la capacidad de los contendientes para convertir en "números públicos" esos que hace suyos la gente y los erige en representaciones fieles de las realidades: números a los que hace muy poco se les atribuía el valor indiscutible de la calidad científica y que en este libro se estudian como productos culturales, altamente politizados en el caso mexicano. "Números públicos" adversos para el gobierno pasado son ya, por ejemplo, los 60, 80 o cien muertos de su guerra contra el narco.

Y allí viene la guerra de los siguientes días para convertir en "números públicos" los conteos de los compromisos cumplidos o incumplidos -según el bando- por el gobierno actual. Y los números de pobres. Y las cifras de crecimiento y empleo. Y, entre muchos más, los porcentajes de aprobación o desaprobación alcanzados en el período.

NI KENNEDY SE SALVA

Y allí está también -en la oposición- la invocación de Marcelo Ebrard de las cifras de la encuesta que, asegura, le favorecen para encabezar el PRD, apabulladas por los movilizados al Zócalo el domingo por Cuauhtémoc Cárdenas, con sus números de firmas que dice contar su partido contra la Reforma Energética.

Pero aquí estamos además ante lo que se perfila en este tema energético como una de esas minorías -otra vez el dato cuantitativo- de las que habla Moisés Naím en su libro más reciente, "El fin del poder" -publicado también en estos días, esta vez, por 'Debate' de Random House Mondadori-; minorías sin poder para imponer una agenda propia, pero con suficiente poder para intentar vetar, desde la llamada "vetocracia", la agenda del poder de la mayoría.

En fin, es la guerra por los números y las percepciones públicas en lapsos que desbordan el compás de las coyunturas políticas y que no perdona ni a la leyenda de John F. Kennedy. En este cincuentenario de su asesinato, "The New York Times" reseñó esta semana una decena de libros de texto en los que los números de su desempeño en el campo de la legislación de derechos civiles y de actos bélicos, de Vietnam a Cuba, llevan a la conclusión de que el glamour de la era Kennedy parece más un juego de imágenes que realidades comprobables.

Director general del Fondo de Cultura Económica

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