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Un charco de sangre

GILBERTO SERNA

En los anales de la farándula quedó lo ocurrido a Ana Bertha Lepe, que contaba entonces 18 años de edad, en el concurso Miss Universo celebrado en 1953 en Long Beach, California, quien acabó en Cuarto lugar lo que causaría una gran conmoción y alegría , acostumbrados a que nuestras representantes en el evento nunca hubieran salido más allá del montón.

Lo que se consideró como un gran logro para nuestro país tomándose el hecho con gran algarabía por la pacata sociedad de aquellos años. Lo que se ensombreció para ella, cuando su padre enfurecido le quitó la vida a su novio en hechos acaecidos en mayo de 1960 después de una fuerte discusión en el interior de las instalaciones del cabaret La Fuente de la ciudad de México, donde lucía su palmito la bella tapatía.

Desde años antes revoloteaba la tragedia alrededor de los Lepe pues se había hecho presente cuando el capitán del Ejército, Armando Lepe, tío de la hermosa jalisciense, en un incidente de tránsito tuvo la mala suerte de toparse con un personaje descrito en ese entonces como pintoresco, letal y más loco que una cabra. Era el 11 de marzo de 1952 cuando para su desgracia se encontró con Higinio Sobera de la Flor que en otro coche lo siguió desde cuadras atrás para reclamarle pistola en mano tal o cual afrenta disparándole en varias ocasiones, causándole la muerte. Sobera huyó del lugar. El capitán murió a poco de arribar la ambulancia a un nosocomio. Eso no fue todo. Otro día el mismo orate, Sobera, dispararía contra una jovencita a la que sin conocerla había seguido en la calle caminando tras ella hasta abordar un taxi a pesar de que no aceptaba sus requerimientos lujuriosos. Llevando el cadáver al cuarto de un motel donde cometería el nefando delito de necrofilia.

Años después, en otro caso, víctima de un balazo moriría el actor de cine Ramón Gay. "Su muerte simbolizó durante años la parábola del éxito y la fama despeñados por el azar en el abismo de la tragedia". Dejó un charco de sangre en el asfalto la madrugada del 27 de mayo del año 1960 frente a las puertas del edificio de apartamentos donde éste vivía. El periódico de esa misma fecha casualmente anunciaría los últimos días en escena de Ana Bertha Lepe.

Unas horas antes de que todo acabara Ramón había invitado a cenar a Evangelina Elizondo (la Mamalena famoso personaje de telenovela) Evangelina estacionó su coche y abordó el de Ramón. A esa hora su futuro agresor había consumido el cuarto trago en una mesa del Terraza Casino y se disponía a ordenar el quinto. Era el ingeniero petrolero José Luis Paganoni marido de Evangelina Elizondo que estaba dolido y enceguecido de celos porque ésta lo había dejado. El asesino no reparó en el hecho conocido de que a Ramón le hacía agua la canoa. Se decía que sostenía un cálido romance con el actor Arturo de Córdova.

"En el restaurante Paseo, Ramón Gay, cenó riñones al Jerez y Evangelina Elizondo comió un sándwich y bebió un Vermouth. A la una y cuarto regresaron a la calle de Rhin para recoger el Cadillac de Evangelina Elizondo. Unos minutos después, en otro lugar de la ciudad, el ingeniero petrolero José Luis Paganoni salió del Terraza Casino. Antes de bajarse del Dodge, Evangelina Eizondo vio una sombra, luego sintió el primer golpe en el rostro. Ramón Gay bajó del coche para intervenir, Paganoni y él intercambiaron algunos golpes antes de que sonaran los disparos. El primero rebotó en la banqueta, el segundo lo hirió en la muñeca y le atravesó el reloj, dos más se incrustaron en el muro del edificio de Rhin 60, el último dejó un charco de sangre en el asfalto".

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