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Un juego de títeres

JAVIER GARCÍA-GALIANO

Hacia 1541, en Wurtenberg, murió un médico del que se decía que había estado en prisión en Bamberg y que en otro tiempo se había presentado como "Magister Georg Sabelicus", Faust el joven, fuente brotante de los nigromantes, astrólogo, segundo en magia, quiromántico, eromántico, pyromántico, segundo en la Hydromancia". Sin embargo, en una carta que el abad de Spanheim, Johann Tritheim o Trithemius, le escribió el 20 de agosto de 1507 al matemático y astrólogo Johann Windung, se alude por primera vez a Johann Faust considerándolo "vagabundo, fanfarrón y pícaro estafador".

También Melachton, según el recuerdo de una conversación de Johann Mannel o Manlius, hablaba de Faust como de una "bestia desgraciada y letrina de muchos diablos". Según él, siempre lo acompañaba un perro que era, en realidad, un demonio, y el diablo lo había matado retorciéndole el pescuezo.

Más de un siglo después, en algunos de los días que transcurrieron entre 1790 y 1815, el hijo del maestro zapatero Johann Peter Geisselbrecht, Johann Georg Geisselbrecht, concibió un retrato de quien se presentaba como Georg Sabelicus en la forma de un títere, el cual, como aquel al que reproducía, también recorrió Erfurt y Bamberg, Ingolstadt y Nuremberg, Wurzburg y Worms, Basilea y Colonia, representando sus biografías posibles en teatros ambulantes.

Se sospecha que el titiritero Johann Georg Geisselbrecht leyó la historia de Georg Sabelicus Faust en alguno de esos libros populares que se vendían en mercados y ferias, a veces en ediciones piratas, una de las cuales fue impresa por Johann Spies en Frakfurt del Meno en 1587 con el título de Historia del Doctor en Teología Johann Fausten.

Cuando era niño, Goethe presenció un juego de títeres que representaba la historia del Doctor Fausto. Ignoraba que algo semejante a una condena podía designarse a aquellos que intentaban indagar en la historia y en los conocimientos de ese hombre que sostenía tratos con el diablo.

En algunas conversaciones nocturnas de ciertas tabernas de Weimar, donde se reúnen escenógrafos, actrices, actores, maquillistas y directores de teatro, suele aludirse a Casperle, equivalente alemán del personaje español conocido como el gracioso, aunque en esas circunstancias tabernarias se refiere a un hombre que, en el siglo XIX, vagaba por las calles de Weimar anunciando el fin de los tiempos, advirtiendo que había que estar preparado, proclamando con gritos inconexos la Sagrada Escritura.

Se dice que se trataba de un antiguo actor que había ensayado la obra de Goethe hasta que comprendió que el alma del Doctor Fausto lo había poseído.

Aunque hay quien le atribuye su muerte a William Shakespeare, según las indagaciones de William Poel, publicadas el 21 de mayo de 1925 en el Times Literary Suplement, el espía de la reina Isabel I de Inglaterra, Christopher Marlowe, murió por una partida de backgammon. A las 10 de la mañana del 30 de mayo de 1592, Marlowe se había encontrado en la casa de una viuda, Eleonore Bull, en Deptford Bridge, con Robert Poley e Ingram Frizer, que habían trabajado como espías o mensajeros en el Servicio Secreto, y con Nicholas Skeres, un contrabandista que trabajaba para Francis Walsingham, secretario del Servicio Secreto de la reina. En un reservado de esa casa, comieron y cenaron; también descansaron en el jardín. Después de la cena, Poley, Frizer y Skeres decidieron jugar backgammon. Durante el juego se suscitó una discusión entre Marlowe y Skeres a causa de la cuenta.

Marlowe se apoderó de la daga que Skeres guardaba en el cinturón. Quizá le infirió un golpe con el mango del arma, gesto común entre los isabelinos como una invitación al combate.

Frizer, de espaldas y entorpecido por las patas de la mesa, se debatió para recuperar su daga, cuya punta, en el forcejeo, se hundió en el cerebro de Marlowe.

Se sospecha que Christopher Marlowe, que frecuentaba la Escuela de la Noche, fundada por sir Walter Raleigh en la Mermaid Tavern, leyó la traducción al inglés del libro impreso por Johann Spies, que devino el origen de una obra: The Tragical History of the Life and Death of Doctor Faustus, cuya concepción condujo a Marlowe a conocimientos vedados que derivaron en su asesinato.

Su obra, traducida al alemán, se representó en un teatro de títeres ambulante en el que un espectador de Chemnitz reconoció a la marioneta creada por Geisselbrecht, la cual fue robada poco después, representando, como sostiene una creencia popular, una de las formas de la errancia infernal del Doctor Faustus.

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