En sus dos encuentros de la actual temporada, Santos Laguna ha mostrado dos caras. La primera con un futbol dominador y voluntarioso, pero esto se le termina tan pronto reacciona el rival, sorprendido en principio pero que sabe responder adecuadamente.
Así, posteriormente se asoma el rostro de antes, sin tener las ganas y los deseos de ganar, como sobrellevando las acciones. Esto tiene varias explicaciones, o les falta condición física, o no han entendido bien lo que desea Caixinha, o algunos jugadores no logran meterse a los partidos.
Está también la irregularidad que vuelve a mostrar Carlos Darwin, haciendo magistrales jugadas que aún no culmina adecuadamente o mandando balones de nuevo a las tribunas de arriba. Está también la falta de acoplamiento que sigue mostrando Lugo, bien al principio pero se des-infla.
Llama la atención la forma en que últimamente está jugando Iván Estrada, viéndose mal y siendo burlado por rivales como Marco Fabián. La ausencia de Ludueña ha dejado un boquete grande en la media, que no se ha podido cubrir.
Muchas cosas que corregir y mejorar tiene el timonel lusitano y lo debe hacer pronto porque ahora el rival es Puebla y Manuel Lapuente sabe mover bien las piezas, como lo mostró en Toluca sacando valioso empate.
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