Buena fue la relación que desde su llegada a la Comarca tuvo Daniel Emanuel Ludueña con la afición y los medios, a diferencia de otros extranjeros que llegan aquí sintiéndose el ombligo del universo y ni siquiera se dignan mirarte, mucho menos platicar contigo.
En lo personal siempre encontramos en El Hachita una persona sencilla y accesible que incluso nos ayudó cuando queríamos entrevistar a sus paisanos que llegaban y se negaban a las entrevistas, por lo que siempre estuvimos agradecidos y lo repetimos hoy con gusto.
Y conste que fuimos sus críticos cuando las cosas iban mal pero siempre lo tomó con profesionalismo, así que tuvimos que ser justos cuando en su última etapa como Guerrero se convirtió en todo un señor mariscal de campo, echándose al equipo en sus espaldas.
Hoy, se le extraña ordenando y apuntalando defensa y ataque, pero así es la vida diría doña María Castillo y tiene que seguir adelante, deseándole más éxitos al Hachita y que tarde o temprano cumpla su deseo de ser seleccionado.
Con características parecidas vimos aquí a Fernando Cavenaghi, nueva contratación de Pachuca cuando formando parte de River Plate vino a la Comarca dentro de la serie de Copa Libertadores, nos tocó platicar con él de forma fácil y él mismo nos ayudó a charlar con sus compañeros.
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