Hemos sido, como muchos mexicanos, admiradores de las proezas en las pistas del mundo de Ana Gabriela Guevara, una de nuestras más brillantes atletas, pero qué derrapada ha dado al tener expresiones despectivas para lo realizado por la selección olímpica en Londres.
Ha dicho la sonorense que diferentes circunstancias influyeron para que ganáramos la medalla de oro, y que no somos lo que ha querido el mundo entender, y lo cierto es que sus declaraciones suenan mal especialmente cuando las pronuncia alguien que quiere mejorar el deporte mexicano.
Ana Gabriela falta a lo más elemental que debe tener un buen deportista y mejor persona, que es el respeto a los demás. Sus palabras todos las han tomado, primero con sorpresa y luego han servido para ir ubicando mejor a este personaje tan metido en problemas recientemente.
Nosotros comentábamos esta misma semana los contrastes que tiene nuestro futbol, con equipos que un tiempo sorprenden y al poco decepcionan, refiriéndonos al León y al Toluca, y ya ve la reacción que acaban de tener los choriceros al ir a Argentina a ganarle al Boca Junior.
Lo mismo podría ocurrir con la Selección Mexicana, que actualmente acapara críticas de parte de los dueños de los equipos por la forma tan tibia como ha enfrentado a Jamaica en el Estadio Azteca, pero no es motivo para burlarnos ni menospreciar sus logros.
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