Podemos decir que Santos Laguna está tan cerca y tan lejos de lograr el éxito total en un par de torneos, uno a nivel nacional y otro internacional. Decimos lo anterior porque a pesar de haber avanzado mucho en ambos certámenes no inspira confianza ni se le ve empaque y entrega anterior.
Habrá quienes no estén conformes con esta apreciación, pero es nuestro personal sentir, sobre todo teniendo un buen plantel, en el que no han funcionado los llamados refuerzos traídos últimamente, llámense Lugo, Calderón, o un Mauro Cejas que ni siquiera ha debutado.
Dicen que ha tenido acción en menores y que se ha vuelto a lesionar, algo que indica claramente la clase de operación que se realizó. Luego están los errores en juegos y momentos claves de gente como Felipe Baloy, quien cuando no cae resbala y hasta anota en propia cabaña.
Estos son algunos prietitos que hay en el arroz santista, aparte de que ya no continuó jugando como lo hizo en el primer partido dirigido por Pedro Caixinha cuando los entonces conocidos como Los Ensarapados, por entrenar a puerta cerrada, salieron a la cancha a robar balones con gran iniciativa.
Flores de uno, dos o tres partidos que se han ido secando por falta de entrega y actitud de varios, con los que se desespera gente como Oswaldo, Oribe y Guty que sí cumplen, así como el mismo Darwin, quien pintaba para tener una gran campaña y no lo ha logrado.
Si hoy, ante Toluca, Santos Laguna sale inspirado, júrelo que estaremos preparándonos no sólo para estar entre los cuatro primeros de la liguilla, sino también para el 24, en el mismo Corona, volver a demostrar que Vucetich no es invencible y que ya no debe dejarnos como novias de rancho.
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