En la vida, cada persona tiene su forma especial de pensar, decidir, o como popularmente se dice, de matar las pulgas, y en cuanto a la manera de dirigir un equipo de futbol, cada técnico va formando su propio librito y con él ganará y se hará famoso o perderá y lo olvidarán.
En la historia de Santos Laguna hay páginas brillantes escritas por técnicos que han triunfado y se les recuerda pero muchos más han fracasado y echados al olvido. Incluso algunos que tuvieron mil facilidades para triunfar se aferraron a su forma de trabajar y decidir y tronaron.
Para Alfredo Tena, Fernando Quirarte, Daniel Guzmán y Benjamín Galindo las cosas no fueron fáciles. Primero, después de haber tenido éxito como jugadores, tanto en el América como en Chivas, se prepararon e invirtieron, viajando sobre todo a Europa, donde aprendieron más.
Ocurrió que después de ganar campeonatos, vinieron, en algunos casos los inevitables malos tiempos, y tuvieron que irse, y en otros, las posturas propias de su personalidad influyeron para que se les dijera adiós, sin embargo quedando el club en buenas relaciones con todos.
Rubén Omar Romano cambió y mejoró cosas en Santos Laguna pero se aferró a sus caprichos utilizando gente que no funcionaba aquí y aunque se acercó varias veces a la gloria no la pudo alcanzar por sus caprichos y terminó su estancia aquí después de mostrar al público su famosa señal.
Benjamín Galindo ayudó a transformar a Santos en un equipo guerrero, incluso dio oportunidad a jóvenes canteranos, pero aparecieron problemas en su equipo de trabajo cesando por su propia cuenta a algunos, con lo que se cortó él mismo la cabeza. ¿Cuál será la historia de Pedro Caixinha aquí?
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