En el arranque del actual torneo, Monarcas no se veía bien, algo pasaba incluso en el vestidor, donde la armonía no era la reina del lugar, pero lo que encendió los focos rojos y donde el equipo se vio mal, sin orden ni idea, fue en la jornada cinco, donde Puebla los goleó 3-1.
Rubén Omar Romano apareció en la reunión de la directiva con uno de sus famosos discursos de muchas palabras y poco contenido pero seguramente ya se había tomado la decisión de despedirlo en el siguiente fracaso, lo que ocurrió dos semanas después.
Ni siquiera anduvieron a la búsqueda del sustituto, poniendo de inmediato a Carlos Bueno, el argentino que había sido auxiliar de Romano, quien pronto le fue cambiando la cara al equipo hasta meterlo en la liguilla.
Ahora será interesante ver el comportamiento de Santos Laguna después de quitarle sus sueños de ir en diciembre a Marruecos, y como no es bueno ni saludable hacer más leña del árbol caído, las críticas se han hecho ya y ahondar en el tema sería dañino para todos.
Así que a apoyar al equipo de la Comarca para que ante Monarcas logre tres puntos que le ayudarían en su posición final y empezarían a regresarle la confianza para que en la liguilla logre el propósito de conseguir la quinta corona.
Mruelas@elsiglodetorreon.com.mx
