A lo largo del Clausura 2013, Atlas fue mejor equipo que Santos, gracias a la demostración de entrega y actitud de sus jugadores, y pese a que sus salarios nunca estuvieron al corriente, dieron clara demostración de profesionalismo, cumpliendo a carta cabal.
Tomás Boy hizo gran trabajo e incluso se notó menos tenso que cuando dirigió otros equipos, quizá inspirado por la actitud de sus jugadores que respondían en entrenamientos y partidos. A petición del Jefe se conservó casi la plantilla del torneo anterior.
Gente como el arquero chileno Miguel Pinto, los argentinos Leandro Cufré y Facundo Erpen, así como los nacionalizados Lucas Ayala y Matías Vuoso se convirtieron en los héroes de varios partidos que fueron la clave primero para evitar el descenso y luego para calificar en tercer lugar.
Santos tiene méritos innegables para estar en esta liguilla, aunque deslució perdiendo la final de la Concachampions, pero ayer por fin se pudo apreciar en el entrenamiento que se le dio vuelta a la página para buscar una quinta corona.
La actitud positiva la encabezó Oswaldo Sánchez con palabras y actitud, secundándolo todo el plantel. Ahora sólo queda apoyar a los Guerreros, que si saben jugar con determinación y entrega no será difícil volver a doblegar a los Rojinegros.
mruelas@elsiglodetorreon.com.mx