Inexplicable es cómo Pedro Caixinha ha iniciado esta liguilla haciendo cambios en la delantera que no funcionaron, como fue el caso de Rentería, que sigue sin mostrar méritos para jugar en Primera División, de Mario Cárdenas, cambiado al centro, y de Darwin que falló de todas todas.
La gente, que no llenó el estadio, pedía la entrada de Hérculez, quien por fin fue autorizado cuando terminaba el partido, que como decíamos ayer, claro que podía ganarlo el equipo de la Comarca pero no contábamos con el empecinamiento del portugués aferrado a sostener a quienes no funcionan.
Lo peor, como diría Don Teofilito, es que nunca lo harán, porque carecen de capacidad o serenidad para decidir jugadas. Todo lo observó con calma Tomás Boy, quien dijo y preguntó al mismo Caixinha su nombre como ninguneando lo que está haciendo aquí el portugués.
Aunque usted no lo crea, Santos puede ir el domingo al Jalisco y ganarle al Atlas, ya con Oribe Peralta alineando, o si aún no está en condiciones 'El Cepillo', que Caixinha utilice a jóvenes de la cantera como Joya o Cándido Ramírez.
Un gol de visitante y no recibir de los Rojinegros ayudaría a que Pedro Caixinha siguiera aprendiendo en la cancha y así complete la teoría que adquirió en las aulas, el futbol mexicano le da esa oportunidad, a menos que siga empecinado en sus caprichos y se vaya al Málaga o a donde lo inviten.
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