La nota relevante sobre la Copa Confederaciones, que inicia mañana en el Estadio Nacional de Brasilia, la dio ayer la Selección de Nigeria, negándose a tomar el avión para viajar a Brasil, donde el lunes deberán iniciar su participación enfrentando a Tahití en Belo Horizonte.
Y es que los morenos, campeones africanos, no aguantan nada, muy lejanos al profesionalismo y responsabilidad que acusan otros equipos como el Atlas de México, pues el problema es la cuestión económica pidiendo el doble de lo que les ofrecen por participar.
Todavía no empiezan a competir, no saben cómo les vaya ante España, Uruguay y Tahití, y ya los morenazos andan alborotados, lo que no preocupa a los organizadores del certamen y menos a los directivos del futbol de Nigeria pues unos y otros aseguran que el equipo irá.
En esto de estar al frente de equipos con jugadores de mil cosas en su cabeza hay que tener mucha capacidad. Memo Garibay, que en gloria esté su alma, nos enseñó a ver ese mundo de presiones desde adentro, sin enojarse ni inmutarse, porque sabía cómo resolver.
Y mire que a Memo le tocó lidiar con equipos de beisbol y de basquetbol. En estos últimos era común este tipo de presiones cuando los norteamericanos que vinieron a reforzar al equipo lagunero de basquetbol, y antes del juego se ponían sus moños y no querían jugar, pero Memo siempre resolvió adecuadamente.
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