Jugando mal, muy mal, México venció 3-1 a la débil Martinica, que en la primera parte puso en aprietos a la escuadra del Chepo cuando los errores defensivos aztecas se multiplicaron, provocando por parte de Layún un penal que acortó distancias.
Los mexicanos habían iniciado bien anotando por conducto de Marco Fabián y Luis Montes pero luego el equipo azteca se desfondaría mostrando errores en todas sus líneas, lo que no aprovechó el rival por falta de capacidad.
En la segunda parte México jugó infame, con imprecisiones a granel de gente como Rafael Márquez Lugo y Layún, lo que ignoró José Manuel de la Torre, quien deberá hacer ajustes o pedir refuerzos. Miguel Ponce, que acababa de entrar, anotó el tercero.
Entre los que podrían ser llamados se menciona a Oribe Peralta, dado de alta y quien ha empezado a anotar de nuevo en los últimos amistosos de Santos Laguna. También se menciona a Omar Bravo, quien no está interesado en volver a vestir la camiseta del Tri.
El accionar de esta selección que participa en la Copa Oro es realmente un desastre, juegan el partido de Juan Pirulero, no se ve orden ni entrega, como parece ser la norma bajo el mando del Chepo, quien no atiende críticas ni le interesan y dice que lo tendrían hospitalizado si las escuchara.
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