El buen ambiente que hoy día existe en Santos Laguna está ayudando a practicar un futbol de compañerismo, de unión, olvidando las individualidades, por sobresalientes que sean, y el que mejor da el ejemplo es Oribe Peralta.
Hay que ver en los entrenamientos el comportamiento del 'Cepillo', por ello nos parecieron fuera de la verdad las críticas que algunos gritones de la televisión foránea le estuvieron dedicando antes del partido ante Costa de Marfil y todavía frente a Tigres.
Oribe no puede ser monedita de oro de algunos, incluso no es muy afecto a las entrevistas, pero no tiene mal trato con nadie. Por ello puede ser criticado, pero nunca se le han subido los humos a la cabeza.
Recordamos que cuando Darwin Quintero llegó a Santos se le criticó su personalismo, lo que tardaron en corregirle, pero desde Benjamín Galindo en delante el colombiano cambió de actitud y quizá perdió goles en su cuenta personal pero ganó más prestigio como compañero.
Los errores de Darwin los repite hoy día su joven paisano Rentería, quien era el consentido de Caixinha la campaña anterior, pero ha perdido el puesto con el regreso de Oribe y quizá lo recupere si cambia de actitud.
mruelas@elsiglodetorreon.com.mx