Rubén 'El Gato' Chávez, un gigante bajo el marco, se ha ido, de repente, sin que supiéramos de alguna enfermedad, pues siempre lució entero, lleno de vida y de planes para el futuro. Desde que lo conocimos fue una persona de trato amable y muy dado en ayudar al prójimo.
Fue un portero con gran capacidad gracias a sus felinos reflejos. Cuando suplió a Rogelio Ruiz Vaquera, quien salía lesionado, todos supimos que una nueva estrella aparecía en el balompié y después de brillar con la Ola Verde se fue varios años a Guadalajara.
Allá no sólo lució como arquero de los Leones Negros de la U de G sino que además se convirtió en empresario, teniendo su propio negocio en el que fabricaba souvenirs deportivos como banderines y relojes.
Incluso en casa tenemos un reloj cuya carátula muestra un guerrerito arriba de nuestro nombre mandado hacer por Salvador Necochea, entonces propietario de Santos Laguna y quien contrataba periódicamente al 'Gato' Chávez para que le fabricara los primeros souvenirs santistas.
Después Rubén regresó a la Comarca y por varios años fue el entrenador de porteros, habiendo tenido a su cargo al 'Grande' Adrián Martínez, Luis Ernesto Michel y muchos más. Descanse en paz el querido amigo.
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