Esta semana debemos mandar buenas vibras a la Selección mexicana, que debe empezar la última fase del hexagonal derrotando a Panamá el viernes en el Azteca y cinco días después ir a Costa Rica, ya calificada, a conseguir otra victoria.
Porque las cosas se pusieron color de hormiga, y México con ocho puntos, igual que los canaleros, está debajo de la misma Selección de Honduras, que cuenta con 11 unidades. Así que los comandados ahora por Víctor Manuel Vucetich se juegan todo en dos cruciales partidos.
Restaría todavía la posibilidad de jugar el repechaje contra Nueva Zelanda, algo que sería la última oportunidad de obtener el tan ansiado boleto. Ayer en el entrenamiento del Tri se notó un ambiente de compañerismo y alegría, teniendo la gran disposición de Rafa Márquez.
Es que el veterano jugador fue llamado precisamente para dar confianza y respaldo con tanta experiencia lograda en el futbol francés, español y la misma Selección. Otro que llegó con deseos de apoyar es Memo Ochoa, arquero que tuvo grandes atajadas en la semana.
La gente sigue buscando autógrafos de sus ídolos, encabezados ahora por Oribe Peralta, a quien la noche del domingo esperaban afuera del lugar donde se concentra el Tri para pedirle su firma.
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