El esfuerzo y dedicación siempre rinde frutos, Oribe Peralta hoy comienza a disfrutar los éxitos en su vida profesional que tantas satisfacciones y alegrías ha dado al pueblo de México en lo general y a La Laguna en lo particular.
Su lucha y dedicación por buscar la titularidad y consolidación en una posición que en el futbol mexicano se consideraba reservada sólo para extranjeros, ha sido difícil y con muchos sinsabores y desilusiones.
Pero ese carácter, voluntad y espíritu - Como el de todo Gran Guerrero - nunca lo desmotivaron y por el contrario lo alimentaron y fortalecieron para formar el gran ser humano y jugador que hoy disfrutamos.
El "Cepillo" es en la actualidad un símbolo con el que nos identificamos todos los laguneros, y sus logros y hazañas sirven de motivación a grandes y pequeños y demostrar que nunca es tarde y todo se puede.
Ayer los Guerreros Sub 20 empataron 2-2 en el partido de ida ante los esmeraldas en el TSM, con el apoyo de cerca de cuatro mil aficionados.
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