El viernes de la semana pasada Banco de México (Banxico) redujo su tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual, confirmando la expectativa de prácticamente todos los analistas económicos y financieros.
La noticia, sin embargo, debió sorprender a los que esperaban una disminución más agresiva, de 50 puntos base, así como a quienes visualizaban una baja adicional de otro cuarto de punto porcentual en la reunión de diciembre.
El comunicado de la Junta de gobierno de Banxico fue muy claro al despejar cualquier duda que pudiera haber al respecto, cuando señaló que la Junta "considera que no serán recomendables reducciones adicionales al objetivo para la tasa de interés de referencia en el futuro previsible."
Este mensaje es un evidente uso de la política de "boca abierta" que está de moda entre los banqueros centrales. Busca convencer a los agentes económicos de que ya no habrá rondas adicionales de relajamiento de la política monetaria en nuestro país.
Esto significa que los movimientos futuros de las tasas de interés en México, cuando ocurran, serán muy probablemente al alza. Su momento así como su magnitud dependerán esencialmente de dos factores, uno interno y otro externo.
El primero es el comportamiento de la inflación, que hasta ahora se ha mantenido dentro del intervalo meta de nuestras autoridades monetarias. Las tasas no tienen por qué moverse mientras esa siga siendo la situación.
La duda existe, sin embargo, en cuanto al efecto que tendrán los aumentos de impuestos sobre el crecimiento de los precios y, en consecuencia, sobre las expectativas inflacionarias en los primeros meses del año.
Banxico, aun así, espera que "el efecto sobre la inflación de los cambios impositivos, en su caso, sea moderado y transitorio, y que no dé lugar a efectos de segundo orden". De ser esto cierto, las tasas pudieran permanecer en sus niveles actuales durante la mayor parte del año próximo.
Que así sea dependerá, sin embargo, del factor externo que, independientemente de lo que ocurra en México, también influenciará la evolución de nuestras tasas de interés. Me refiero a la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos (EU).
Espero que la Fed decida hoy mantener sin cambio la tasa de los fondos federales, que en sus más recientes pronósticos visualiza que comience a elevarse hacia fines del año próximo o principios de 2015. Por lo tanto, no habrá un efecto sobre las tasas de interés de corto plazo en México mientras eso no suceda.
Hay, no obstante, una salvedad. La Fed advirtió desde mayo que está próximo el momento en que empezará a disminuir el monto de compras de bonos que forma parte de su tercera ronda de relajamiento cuantitativo.
El anuncio tuvo un impacto sensible sobre los mercados financieros, el precio del dólar y las tasas de interés de largo plazo en EU y en nuestro país. Estas, de hecho, siguen por encima del nivel que tenían antes del mismo.
La calma regresó desde entonces a los mercados, en gran parte por el retraso en el inicio de ese proceso de retiro de estímulos porque la economía estadounidense y el nivel de empleo no muestran el vigor esperado, y también por los problemas políticos que trastocan las decisiones fiscales en nuestro vecino del norte.
Es muy probable que la Fed mantenga hoy las compras de bonos, pero también que deje la puerta abierta para que su disminución comience en diciembre o a principios del año próximo. En cualquier caso, todo parece indicar que eso sucederá, muy probablemente, antes de fines del primer trimestre de 2014.
En ese contexto, deberemos estar atentos al efecto que dicho cambio de política en EU tendrá sobre nuestras variables financieras (la bolsa, el precio del dólar y las tasas de interés de largo plazo) y, en particular, sobre la postura de Banxico en relación con el nivel de las tasas de interés de corto plazo.
En todo esto no debemos olvidar que los niveles actuales de las tasas de interés dentro y fuera de nuestro país son anormales e insostenibles en el largo plazo. Es preocupante, sin embargo, que a pesar de este episodio inédito de política monetaria laxa en EU y en México sus resultados, hasta ahora, hayan sido tan pobres.