Una fuente natural de rejuvenecimiento
Los seres humanos nos encontramos expuestos siempre al factor del envejecimiento, el desgaste natural y los daños que provoca el ambiente, pero desde hace varios años los especialistas recomiendan contar con una dieta rica en elementos calificados como «milagrosos o rejuvenecedores», también conocidos como antioxidantes.
Existen algunos objetos o elementos que a causa del material del que están hechos son propensos a oxidarse al contacto con el medio ambiente, el agua o el aire, como por ejemplo los metales.
Sin embargo, los objetos no son los únicos que presentan esta reacción química de oxidación, pues los seres vivos también están expuestos a este proceso que conlleva el envejecimiento, la pérdida de las propiedades nutrimentales y en pocas palabras «volverse obsoleto».
Desde hace muchos años se buscan métodos para lucir más joven, revertir los efectos de la edad y tratar de mantenerse activo el mayor tiempo posible, es decir, revertir la oxidación. La comunidad médica tiene muy claro que para mejorar los resultados de la lucha contra el envejecimiento celular, existen sustancias que neutralizan los llamados radicales libres, mejorando el equilibrio químico-celular en todo el cuerpo. Estos elementos son conocidos como antioxidantes.
¿CÓMO SE GENERAN LOS RADICALES LIBRES?
De manera natural, los seres humanos tenemos cierta presencia de radicales libres y también de antioxidantes, se trata de un delicado equilibrio que frecuentemente se rompe con alteraciones producidas por el estrés, tales como enfermedades, ingesta de alcohol, consumo de tabaco, radiación solar, mala alimentación y muchas otras situaciones que vivimos casi a diario.
Los «enzimáticos» son los antioxidantes naturales del cuerpo, pero también los hay «no enzimáticos» y pueden encontrarse en una gran cantidad de fuentes alimenticias, suplementos, productos de belleza y tratamientos a base de la misma comida que los alberga.
Generalmente, se habla de que los antioxidantes más comunes en los alimentos o suplementos son los que se refieren a las vitaminas A, C y E, además del elemento omega 3, que usualmente está en ciertas comidas como el pescado o aceites que se califican como «buenos».
La siguiente lista de antioxidantes muestra los alimentos que se pueden consumir en una dieta regular, mismos que pueden adquirirse en cualquier supermercado:
Omega 3: son ácidos grasos naturales que se encuentran en la leche, el pescado, algunos frutos, semillas y vegetales, que ayudan en el proceso de coagulación sanguínea y estimulan el cuidado del cerebro.
Vitamina A: es uno de los antioxidantes más fáciles de obtener mediante una dieta balanceada, ya que se encuentra presente en la leche, mantequilla, algunas carnes y el huevo.
Vitamina C: las frutas cítricas y algunos vegetales como los chiles son una fuente de este elemento. También las fresas, moras y el kiwi tienen un alto contenido de esta sustancia.
Vitamina E: la función de este antioxidante se enfoca en la piel, el cabello y las uñas. Esta vitamina se encuentra presente en las nueces, almendras, espinacas, soya y maíz. También se puede hallar en el llamado «ginkgo biloba», hojas cuyo extracto mejora la circulación sanguínea y los procesos de respiración.
Luteína: los chícharos, calabazas, brócoli, coles, repollo y alubias tienen una buena presencia de este antioxidante, que ayuda a mantener en equilibrio las funciones naturales de la visión y el sistema cerebral.
Polifenoles: El alimento que contiene estos auxiliares contra la oxidación es el café. Una ingesta regular de esta bebida ayudará al cuerpo a combatir la presencia de los radicales libres.
Licopeno: puede consumirse mediante las frutas rojas como la papaya, sandía y toronja, también en vegetales como los tomates. Los licopenos ayudan a mantener un aspecto saludable en la piel, además de mejorar las funciones pulmonares, el flujo sanguíneo y la absorción de alimentos.
Selenio: es muy común encontrar este tipo de antioxidante en alimentos de origen animal como el pollo, huevo, pavo, queso, mantequilla. Además, se encuentra en cremas, pan o pasta, y también en el trigo, arroz y otros cereales.
Betacaroteno: está presente en las zanahorias, duraznos, chabacanos, chiles y algunas semillas. Su principal función es preservar el equilibrio entre los radicales libres.
Manganeso: elemento que tiene una función auxiliar en el proceso antioxidante, puede consumirse en semillas de girasol, pan integral y algunas nueces como las avellanas.
LA IMPORTANCIA DE LA DIETA BALANCEADA
Los especialistas en nutrición aseguran que con la ingesta regular de estos antioxidantes se podrá lograr un efecto claro en la salud, tanto interna como externa.
Es importante no dejar fuera algunos alimentos de la dieta diaria para complementar a los elementos antioxidantes y a los radicales libres. Todo ser humano vivirá un proceso de envejecimiento y oxidación de forma natural, pero también es cierto que puede atenuar los efectos en la medida en que logre recuperar el equilibrio.
Los radicales libres se generan por un exceso de daños o contaminantes, producidos por sustancias no naturales, por ello, las personas que suelen llevar dietas poco adecuadas o estilos de vida estresantes pueden lucir «mayores» que las que hacen lo contrario.
El ejercicio y la actividad física serán ejes fundamentales en la absorción de cada sustancia ingerida para funcionar como antioxidante. No existe una cantidad específica de alimentos que deban consumirse para obtener más antioxidantes, todo dependerá de la nutrición de la persona y sus condiciones físicas.
SUPLEMENTOS, CON PRECAUCIÓN
En el mercado existe una gran cantidad de productos que se anuncian con adjetivos de «milagrosos», «fuente de la juventud» y otros similares, bajo la idea de que representan un consumo directo de antioxidantes. Sin embargo, no todos los suplementos o auxiliares de «antioxidantes» los contienen en cantidades suficientes o en su presentación adecuada. Todas las marcas deben encontrarse reguladas por organismos como la Cofepris o asociaciones de nutriología y medicina correspondientes.
Al comprar cualquiera de estas marcas, hay que asegurarse de leer bien el tipo de antioxidante que contiene y los organismos que respaldan su efecto o trabajo en el cuerpo. A fin de cuentas, la intención de consumir antioxidantes es mantener un equilibrio natural que favorezca la juventud, y con la ayuda de una dieta adecuada este objetivo puede cumplirse sin ningún problema.