Detener para investigar, no investigar para detener. Es Hamlet recitando su famoso monólogo "Ser o no Ser, he ahí la cuestión". Desde tiempos inmemoriales así ha sido… y seguirá siendo in saecula secolorum, que significa literalmente por los siglos de los siglos. Si se detiene a una o más personas para saber quién es el culpable nos topamos indiscutiblemente con el agua mineral o el barril con agua, la picana electrificada o la bolsa de plástico, o cualquier otro artilugio, es entonces cuando surge el uso del chivo expiatorio. Es decir la persona o personas a las que se culpa, sin razón, de haber cometido un delito sabiendo, quienes lo inculpan, que es inocente.
Esto me obliga a hacer un paréntesis pues se cita comúnmente al chivo expiatorio. El chivo es el macho joven de la cabra, en tanto que para que sea expiatorio se entiende la acción de purificarse de las culpas por medio de algún sacrificio. En efecto, la expresión tiene su origen en un ritual del antiguo pueblo de Israel, eligiéndose dos chivos. Uno era sacrificado por el sacerdote como ofrenda a Yahveh, en tanto el otro era cargado con todas las culpas del pueblo judío y entregado al demonio Azazel, para lo cual se le abandonaba en mitad del desierto, alejándolo con gritos y pedradas.
El gobernador del Estado de Guerrero afirmó "vamos a ser muy cuidadosos, yo les he recomendado, al menos a la Policía Investigadora Ministerial, que no cometan ningún tipo de abuso o de arbitrariedad". Dijo que su gobierno está enfocado en hacer una investigación inteligente "con el uso de las nuevas tecnologías queremos lograr la detención de los verdaderos responsables".
Esperamos se halla sometido a expedido una orden de aprehensión para detenerlos, esto es que se haya capturado a quien le hayan resultado indicios que lo hagan presunto responsable del reprobable hecho. Que las autoridades tengan presente lo que pasó a Florence Cassez, que al comprobarse que se le estaba juzgando con un procedimiento viciado y por lo mismo ilegal, fue puesta en inmediata y absoluta libertad. No olvidemos que todos los meseros son inocentes hasta que no se demuestre lo contrario.
Dice el Ejecutivo Estatal estar empeñado en realizar una "investigación inteligente", lo creemos. Sus agentes seguramente tienen restos del semen que los abusadores arrojaron en las vaginas de las víctimas. Para estas fechas los habrán sometido a minuciosos exámenes, para sin lugar a dudas saber si son de alguno de los sospechosos. Al decir el mandatario que con el uso de nuevas tecnologías hará uso de un laboratorio con personal capacitado ya entrenado en estos menesteres. Si así fuera otro gallo cantaría.
Es sabido que las fuerzas policiacas son el patito feo de las administraciones gubernamentales. Que el personal trabaja con las uñas -literalmente hablando-. Que son policias que ingresaron a la corporación por recomendación no por méritos. Que la mayoria de los cuerpos policiacos está compuesta de gente carente de la preparación necesaria. Mientras más tarden en encontrar a los responsables más dudas habrá de su participación.
Un viejo asunto ayudará a poner las cosas en su justa dimensión. En una competencia en la que participaban departamentos de Policía de varios países, se trataba de averiguar quién encontraba un conejo que había escapado de su dueño. La sureté francesa, la KGB rusa y el FBI no lograron dar con su paradero. Los jueces daban por acabado el concurso cuando se escuchó detrás del portón a un agente de los nuestros que empujaba a un enorme paquidermo, que barritaba a todo pulmón enmedio del estrépito que sus enormes patas causaban tumbando los muebles que se encontraba a su paso. Aquí está el conejo, dijo muy orondo y presuntuoso nuestro detective al tiempo que con un bat golpeaba al mastodonte al que ordenaba: di que eres conejo, di que eres conejo. Así o en forma parecida se las gastaban nuestros antiguos gendarmes.