Ella tiene 20 años y estudia la carrera de Comunicación en la Universidad La Salle. Faltan pocos meses para su graduación y ella, como muchos está pensando en emigrar. Torreón, como toda la Comarca Lagunera en este contexto de inseguridad, le ofrece pocos incentivos para quedarse en su lugar de origen. De manera textual dice:
"Decir 'todo' o 'nada' es subjetivo. Hay todo de desempleo y nada de seguridad, no se puede decir que no hay oportunidades porque sí las hay, pero ¿a costa de qué? Hace tiempo atrás pensaba que Torreón era perfecto para vivir, tal vez nunca lo fue, tal vez mi percepción siempre fue errónea o tal vez era demasiado pequeña para darme cuenta que en realidad somos una Laguna, apartada del crecimiento económico, personal y espiritual.
"Me iría porque no puedo salir a caminar sola, porque todos los empleos aquí carecen de futuro y porque entre más agentes de seguridad veo en la calle más insegura me siento. Si pudiera me iría de Torreón porque aquí hay mucho de nada."
La opinión de esta joven coincide con la de muchos otros. Hace apenas una semana se presentó el Barómetro de opinión pública del Centro de Investigaciones México Avanza, donde sobresale el dato de que ocho de cada 10 jóvenes en Torreón abandonarían Torreón si pudieran. Me atrevo a decir que esa motivación se extiende a todos los jóvenes de la Comarca Lagunera.
Por ejemplo otro joven que estudia en una universidad privada y vive en Gómez Palacio así define a su ciudad.
"Considero que de las tres ciudades importantes de La Laguna, Gómez Palacio es la peor opción para vivir debido a que existen diversos factores que le impiden salir del atraso (económico, educativo, social, gubernamental, entre otros más), la falta de organización por parte de las autoridades municipales que es evidente.
"Físicamente a la ciudad le falta mucho y se hace muy poco; no hay avance en obras públicas o quedan inconclusas, el sistema vial es un desorden, los servicios públicos deficientes (transporte, señalización, cultura vial). Parece que el gran logro del ayuntamiento es pavimentar calles y nada más. Quizá Lerdo no sea la gran ciudad, pero es bastante tranquila. En Torreón por lo menos se ven algunos avances y más organización, Gómez no es una ciudad ni tranquila, ni bonita, ni organizada."
De manera textual en el informe del Centro de Investigaciones México Avanza se puede leer: "Para cualquier ciudad que encuentra en sus jóvenes la esperanza de un mejor futuro, el arraigo de éstos debe ser un rasgo que se distinga. La oferta educativa es amplísima, la región lagunera encabeza la oferta de educación profesional per cápita, entonces, ¿qué genera en los jóvenes, este desapego hacia la ciudad? ¿Cómo viven los jóvenes?, ¿qué perciben de otras ciudades que aquí no lo sienten?".
Sin duda resulta preocupante el poco arraigo que hay en los jóvenes a su cuna. Ellos no son culpables, ¿qué incentivos tienen cuando a la vuelta de su casa hay soldados o en el semáforo conviven con Policías Federales? Simplemente para ellos la vida nocturna es una historia añeja contada por sus hermanos mayores.
Muy lejanos se ven los días en que La Laguna podía presumir sus bajos índices delictivos. La paz y la tranquilidad era un atractivo para empresarios y estrellas de futbol que decidían vivir en la región y echar raíces.
Prueba de esto son las líneas que escribió Vicente Alfonso, autor de la novela Partitura para Mujer Muerta, y que desde hace más de ocho años dejó Torreón para residir en el Distrito Federal.
"En 2005 se acentuó la violencia en La Laguna. El ensañamiento que desde entonces muestra el crimen organizado ha llegado a límites que parecían reservados al territorio de las pesadillas: sicarios que irrumpen en un antro y disparan contra todo y contra todos, cabezas apiladas en hieleras, cuerpos disueltos en tambos de ácido… historias terribles, cada una más terrible que la anterior, que le dan la vuelta al país.
"Durante las primeras visitas desde que se inició la ola de violencia, me costaba creer que el territorio seguro donde crecí estuviera bajo fuego. Hasta que me tocó una balacera en la calzada Colón. Y después otra en el bulevar Independencia."
Más de la mitad de la población en Coahuila es menor a los 30 años. Sin embargo, a pesar de la gran fuerza productiva que esto representa, la realidad es que no se está generando riqueza, por dos razones principalmente: la falta de empleo y el crimen. Un círculo vicioso.
En octubre de 2012 El Siglo de Torreón informó que según datos de la Comunidad de Instituciones de Educación Superior (Cieslag), 6 de cada 10 jóvenes que se gradúan dejan la región porque no hay empleos. La realidad es aún más dura cuando de acuerdo al organismo cada año egresan unos mil 200 jóvenes de las universidades laguneras, pero sólo entre 40 y 45 por ciento encuentra empleo en la región.
De esta forma alrededor del 60 por ciento de los jóvenes de La Laguna debe emigrar a otra ciudad, estado o incluso país. En el pasado decíamos que el empleo escaseaba para quienes rebasaban los 40 años, hoy tampoco hay para quienes comienzan su vida laboral.
Urge que las autoridades estatales y municipales diseñen estrategias para recuperar la paz y sobre todo atraer inversiones, pero no de manera aislada. Sin duda ser una zona metropolitana tiene beneficios, sin embargo por varios años los alcaldes de la región han apostado por esfuerzos aislados, los cuales no han generado los frutos deseados y por el contrario el problema de empleo se agrava y mañana nos arrepentiremos de haber perdido a nuestros jóvenes laguneros.
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