Los niños que toman clases de música se aseguran un mejor sistema auditivo como adultos, concluye un estudio reciente. INGIMAGE
Si usted piensa en inscribir a sus hijos a clases de música o si usted es un niño que detesta que sus padres lo hayan inscrito en alguna, esta nota es para usted.
Se ha comprobado ya en estudios anteriores que la música es buena para el cerebro, pero ahora un estudio reciente demuestra que esos efectos son prolongados y profundiza en los beneficios de las clases de música para la audición, aún cuando uno ya es adulto mayor y hace años que no toca un instrumento.
Dicho estudio consistió en una investigación en la que participaron 45 adultos; estos fueron divididos en tres grupos dependiendo de si habían tomado o no clases de música y por cuánto tiempo. A cada grupo se le expuso a distintos sonidos que variaban de intensidad y en cada uno se medía la actividad cerebral que resultaba como respuesta a dichos estímulos. Los resultados fueron sorprendentes.
La conclusión de la investigación, publicada en el Journal of Neuroscience, fue que las lecciones de música ‘pueden beneficiar la forma en que escuchamos y aprendemos durante toda la vida’, pues los participantes que habían estudiado música, aún por tiempos no tan prolongados, ‘ponían en juego un proceso neuronal más robusto a las diferentes pruebas’.
Lo anterior significa, pues, que los niños que toman clases de música se aseguran un mejor sistema auditivo como adultos, lo cual nos hace calificar el tiempo que dedicamos a aprender a tocar un instrumento no sólo como un hobbie, sino como una verdadera inversión a nuestra salud.
^AC