Violencia. Debido a la inseguridad en el estado, algunas colonias han tenido que implementar el cierre de calles para evitar el vandalismo.
El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, exigió frenar la inseguridad y pidió a los políticos eliminar la desigualdad social que hay en México.
Vera López lamentó que México concentre a los empresarios más ricos del mundo, al expresar que es una prueba de la desigualdad que existe en el país.
"La sociedad está polarizada, porque mientras unas personas concentran la riqueza, por otra parte hay millones de ciudadanos que trabajan más de 8 horas diarias por un sueldo insuficiente", manifestó.
Asimismo exhortó a los políticos para que incentiven condiciones equitativas y salarios justos.
Comentó que hay más de 7 millones de jóvenes que no cuentan con trabajo ni empleo y por lo tanto son vulnerables de caer en actos delictivos. "Estos muchachos están expuestos a convertirse en delincuentes. Esa es su opción o trabajar por un sueldo miserable", señaló el obispo saltillense.
Raúl Vera, expresó que la codicia ha robado la paz en México, y recordó la matanza de Acteal, al comentar que por tratar de encontrar al 3 por ciento de los indígenas que se unieron contra el gobierno, se martirizó a todo un pueblo. "Todas las cosas que pasan en México, la inseguridad, el descontento social, nos está diciendo que el sistema político no beneficia a la gente", aseveró.
Agregó "Se crea una política de espejismo en donde los gobernantes están ahí, en sus puestos, por comprar los votos con dádivas y lo único que hacen es polarizar la sociedad".
Finalmente reconoció el trabajo de los campesinos, sindicatos y organizaciones sociales que luchan por el respeto a los derechos humanos, e invitó a los ciudadanos a ser solidarios con las causas sociales, para contribuir con la reconstrucción del tejido social y la paz en México.
El obispo Raúl Vera ha apoyado diversas causas sociales durante 2012, la última fue la de extrabajadores de la fábrica textilera La Estrella de Parras de la Fuente se manifestaron en la Plaza de Armas de Saltillo, para exigir su liquidación y el pago de sueldos caídos desde el inicio de la huelga, que lleva un año y cinco meses.
