Saif Salman mandó a las nubes el disparo decisivo, que se perdió por el aire como el sueño de una nación que quiere dejar atrás un conflicto interminable. (EFE)
La selección uruguaya de futbol se clasificó para la final del Mundial sub-20 de Turquía tras derrotar a Iraq en la tanda de penaltis en un encuentro que finalizó 1-1 y cerró el sueño de todo un país necesitado de alegrías.
Una década después del inicio de un conflicto que parece no querer terminar para siempre, la nación asiática olvidó sus problemas para apoyar desde la distancia a un grupo por el que casi nadie apostó antes del inicio del campeonato.
El combinado asiático murió en la orilla del éxito cuando Francia ya esperaba en el partido decisivo. El tanto de Gonzalo Bueno a tres minutos del final sirvió para forzar la prórroga que agotó mentalmente a Iraq. Finalmente, acabó hincando la rodilla tras rozar un acto heroico.
Uruguay se encontró a un equipo anárquico pero efectivo con algún jugador que destaca por encima del resto y que más de un equipo europeo querría tener en sus filas. Hasta el encuentro ante los charrúas, el portero Mohammed Hameed había captado casi todos los focos, pero fue Ali Adnan quien se llevó todo el protagonismo con el golazo que casi da la victoria a Iraq.
Otros como el central Ali Faez firmó un partidazo y apenas dejó opciones a la estrella "charrúa", Nico López, que sólo tuvo un par de oportunidades para mostrar su currículum anotador y abrir el camino de Uruguay hacia la final.
PENALES
Se ejecutaron desde el manchón penal en el Hüseyin Avni Aker Stadium.