La Comisión de Investigación (CoI) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria denunció hoy que el gobierno de ese país árabe utiliza como "arma de guerra" la negación de atención médica a miembros de la oposición.
En un documento que será presentado el lunes próximo ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la Comisión sostiene que el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad lleva a cabo este patrón de manera "persistente".
"La negación de la atención médica como arma de guerra es una realidad distinta y escalofriante de la guerra en Siria”, sentenció.
La CoI de la ONU, encabezada por el brasileño Paulo Pinheiro, fue designada por el Consejo de Derechos Humanos en agosto de 2011 y ha documentado desde entonces violaciones de derechos humanos, crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por ambas partes del conflicto.
Esta Comisión es anterior a la designada para investigar el uso de armas químicas en Siria, formada por el secretario de la ONU, Ban Ki-moon y liderada por el sueco Ake Sellstrom.
En el informe que presentarán al Consejo, los expertos describen casos emblemáticos documentados por la CoI que evidencian la continua negación de atención médica a miembros de la oposición, lo que consideran que no ha sido lo suficientemente reportado ni denunciado.
A pesar de las limitaciones de la CoI, que no ha tenido autorización del gobierno para entrar al país, subraya que los hechos que describen son "indicativos de patrones amplios" perpetrados por las fuerzas de al-Assad.
El documento describe detalladamente los ataques contra hospitales en zonas consideradas bastiones de la oposición desde que escaló el conflicto en 2011.
Narra bombardeos a hospitales, ataques a ambulancias y la constante y consistente negación de tratamiento médico a opositores.
Además subraya el uso de la tortura perpetrada por las fuerzas leales al presidente con los heridos considerados del bando opuesto.
Se ha torturado a heridos para interrogarlos con el fin de conocer quienes fueron los médicos que los trataron, incluso se ha atacado a quienes llevan medicamentos a instalaciones de salud.
Todo ello, de alguna manera ha sido conocido por la comunidad internacional, pero al mismo tiempo ha sido silenciado y subvalorado, considera el informe.
Al rechazar el principio irrefutable y universalmente aceptado de que los heridos en las hostilidades deben ser tratados, "se está marcando en el conflicto en Siria un precedente peligroso", valora el documento.