Dez Bryant reaccionó con molestia contra sus compañeros. Vaqueros presenta serios problemas
Dez Bryant y Jason Witten intercambiaron gritos en la banca de los Vaqueros, una escena que sintetizó la frustración por una derrota sorprendente y que podría tener mayores consecuencias si Dallas lo permite.
Los exabruptos de Bryant son el menor de los problemas para Dallas con una defensiva que tiene muchos titulares lesionados y que permitió un touchdown en el último minuto. Toleró también que un rival acumulara la mayor cantidad de yardas de la historia, en una derrota por 30-31.
La ofensiva también tiene problemas después de dos partidos sin el running back DeMarco Murray, quien probablemente regrese a la alineación el domingo contra Minnesota.
"Cuando pones todas las agallas durante tres horas, es difícil resignarse a esta clase de derrotas", dijo el entrenador Jason Garrett. "Lo que el equipo necesita es aprender de lo que pasó y encontrar la manera de ganar esta clase de partidos, y hacer lo que se necesita para ganarlos. Ellos lo hicieron y nosotros no, tendremos que vivir con eso pero tenemos que aprender de esto".
Bryant perdió la compostura al interrumpir una conversación entre el quarterback Tony Romo y el entrenador de mariscales Wade Wilson. Garrett y el coach de receptores Derek Dooley trataron infructuosamente de pacificar la situación.