Sólo tres de los cientos de fanáticos involucrados fueron detenidos. Vasco quiere se anule el partido en que descendió
El equipo de futbol brasileño que descendió después del partido interrumpido por la violencia de los espectadores este fin de semana pedirá al tribunal deportivo nacional que anule el resultado.
Vasco da Gama afirmó ayer que merece los tres puntos porque no era seguro seguir jugando después de una trifulca en las tribunas. Si Vasco recibe los puntos, le bastará para evitar su segundo descenso en cinco años.
El club, cuatro veces campeón nacional, necesitaba una victoria en el último partido pero perdió 5-1.
Las autoridades del club alegaron que el árbitro no respetó las reglas cuando esperó una hora y 13 minutos para reanudar el partido. Los reglamentos dicen que el tiempo máximo es de 60 minutos.
"El árbitro cometió un error. Podemos reclamar nuestros derechos", afirmó el director del club Ercolino de Luca. "No estaban las condiciones dadas para continuar el partido".
El réferi interrumpió el partido en la ciudad sureña de Joinville a los 17 minutos cuando cientos de fanáticos del Vasco y del Atlético Paranaense chocaron en las tribunas. Sólo había guardias privados entre una y otra hinchada y tomó tiempo hasta que la policía llegara para controlar la situación.
Un helicóptero policial aterrizó en la cancha para transportar a uno de los cuatro heridos durante la refriega, un caso más de violencia entre los espectadores del futbol en el país que albergará la Copa del Mundo el próximo año.
Los dirigentes del Vasco intentaron que el partido no continuara, pero el árbitro consideró que había las condiciones.
