Vaticano.Analistas internacionales perciben una renovación en el Vaticano que ha empezado con las formas de comunicarse.
En espera de anunciar la gran reforma de la Iglesia católica, que llegará una vez concluidos los trabajos que realizan ocho cardenales y el papa Francisco, su primer gran cambio es su estrategia de comunicación.
Prueba de lo anterior no sólo es el gran impacto de sus audiencias de miércoles y domingos, a las que asisten una media de 60 mil personas, sino la actividad del Papa en Twitter: la cuenta "@Pontifex" superó los 10 millones de contactos a fines de octubre. El Pontífice también llama por teléfono a gente que necesita ayuda y concede largas entrevistas, la última a Eugenio Scalfari, fundador del periódico italiano La Repubblica, porque tiene bien claro que el éxito de su ministerio depende de una fuerte relación con la gente.
Hace poco, la revista Forbes posicionó a Jorge Bergoglio como el cuarto hombre más poderoso del mundo, superado sólo por Vladimir Putin, Barack Obama y Xi Jinping, los presidentes de Rusia, Estados Unidos y China, respectivamente.
"Los gestos y palabras se han convertido en el aspecto central del pontificado de Francisco, quien al haber transformado el ejercicio de su ministerio papal ha logrado recuperar la credibilidad de una Iglesia que corría el peligro de ser consumada por los escándalos en que se ha visto envuelta", afirma el analista italiano Alberto Bobbio.
Pero si es cierto que Francisco habla constantemente, también es verdad que la columna vertebral de su discurso es el Evangelio, porque "no es un ingenuo y sabe de qué debe hablar y cuando debe callar", agrega el analista.
Es quizá por ello que algunos analistas afirman que la elección de Francisco fue una auténtica operación de marketing cuyo objetivo era rehabilitar la imagen de la Iglesia, hipótesis sobre la cual habló a Bruno Ballardini, uno de los máximos expertos de marketing y comunicación en Italia, que también es docente en la Universidad de Roma y autor de los libros Gesù lava più bianco (Jesús lava más blanco) y Gesù e i saldi di fine stagione (Jesús y los saldos de finales de estación).